Junto a algunos de sus compañeros, la definen como "una de las nuevas caras de la comedia en España". Asaari Bibang, actriz y cómica, es uno de los nuevos rostros de Comedy Central, que presenta 'Comedy Central Presents: Stand-Up 3000', un nuevo espectáculo de comedia protagonizado por un cartel de cómicos emergentes como Juan Amodeo, Litos, Xavi Daura o Paula Púa. Hemos hablado con Bibang, que nos ha hablado del programa, de su camino hasta llegar a Comedy Central, sus monólogos y otros temas como los eternamente debatidos "límites del humor".
Asaari Bibang en 'Comedy Central Presents: Stand-Up 3000'
Se estrena Comedy Central Presents Stand Up 3000, ¿qué nos vamos a encontrar ahí y por qué nos va a sorprender con respecto a otros shows de comedia?
Si algo se destaca en este show, y que a mí personalmente me hace mucha ilusión, es que por fin hay diversidad. Diversidad de temáticas, de puestas en escena, de formas de hacer comedia, y también diversidad étnica, digamos. La comedia en los últimos años ha cambiado y ha avanzado, como debe ser, y con este grupo se puede ver. Esto es un buen avance para cualquier programa y para cualquier canal; se ha adaptado a los nuevos discursos y a los nuevos tiempos.
Os presentan como las nuevas caras de la comedia. ¿Te consideras uno de los nuevos rostros de la comedia en España?
Nunca me lo había planteado, pero desde luego que me siento halagada de que el canal lo piense. Cuando yo empecé en la comedia, una de las cosas que me hacía más ilusión era ser cómica de Comedy Central, eso era como lo más y uno de los objetivos que he tenido. Es un hito y un logro conseguido que ellos me consideren parte de la nueva comedia.
Tienes currículum de sobra con tus monólogos: "Amén, hermana", "La negra batalla", "Humor negra"... ¿Cuándo empezaste a notar que estabas llegando a un público cada vez más amplio?
Esa sensación la empecé a tener hace muy poco, con "Humor negra". De la comedia, a veces se nos olvida que, cuando empiezas a hacer reír a la gente, no solo están las grabaciones. El hito es que la gente gaste su tiempo y su energía en ir a verte a la sala, que es donde necesitamos el apoyo. No muchos profesionales de la comedia tienen la oportunidad de estar en un programa de televisión, así que ahí es donde tenemos oportunidad.
Lo que los cómicos estamos buscando es que lo que ven en la televisión sea suficiente para que vayan a un teatro porque te quieren ver a ti, que, al final, es lo que necesitamos. Esa sensación la empecé a sentir poco, cuando puse mis entradas a la venta, en una sala pequeña, de acuerdo, pero vi que, con poco esfuerzo por mi parte, se vendían.
Asaari Bibang en los Premios Feroz
En la web de Comedy Central dice que compartirás tu "preocupación por cómo conseguirás comunicarte con tu hijo cuando crezca, porque no consigues comprender a los jóvenes de ahora". ¿Qué no entiendes de los jóvenes de ahora?
Yo creo que ha habido un salto generacional muy grande. Yo ahora mismo entiendo más a mi abuela de 80 años que a mi prima de 20 (risas). Me da la sensación de que las redes sociales tienen mucho que ver en esto; de repente hay muchísima información a nuestro alcance y eso ha hecho que la forma de funcionar y avanzar esté más agilizada. Ahora todo es un poco más abrupto, y esto hace que yo note una diferencia muy grande con gente con la que apenas me llevo 10 o 15 años.
También con las expresiones, todo eso de "boomer", los conceptos estos de "millenial", "generación Z", cómo controlan las redes sociales... Y me considero una persona abierta y moderna, y soy joven, lo que ocurre es que ahora todo llega más prematuro, y el salto se nota. Lo cual también me parece muy divertido, supongo que yo les miro como me miraba mi madre a mí cuando yo estaba en la edad del pavo.
Lo que realmente quiero recalcar en este libro es que mi historia puede ser la de muchas personas, independientemente de nuestro género, nuestra etnia, dónde hayamos nacido. Va a haber similitudes, historias parecidas, aprendizaje y experiencias en personas que no nos podíamos imaginar. Yo puedo tener más en común con un varón blanco de metro noventa que con otra mujer negra que se asemeje más a mí. La vida de cada persona es independiente.
Con este libro lo que hago es contar mis vivencias desde un punto de vista reflexivo, desde mi punta de vista, pero dejando claro que puede haber paralelismos con otras historias. Hablo de maternidad, de racismo, de depresión, del amor, hablo del duelo, que estamos en un momento en el que muchísimas personas se pueden ver reflejadas en ese capítulo... Es un libro para todo el mundo porque son vivencias generales al ser humano que es lo que somos todos: seres humanos.
Acabo de grabar en Comedy Central.
Algunos de los cómicos de 'Comedy Central Presents: Stand-Up 3000'
Es una pregunta que me da un poco de cosa, creo que las opiniones pueden ser muy diversas, y cuando yo doy la mía, no estoy juzgando las de los demás. Existen límites del humor, yo pienso y siento que sí. Partimos del hecho de que nuestra intención, y esto nunca lo pongo en duda, siempre, metamos la pata o no, es hacer felices a las personas. Nuestro límite aparece cuando no estamos consiguiendo eso.
¿Crees que la mayoría de los cómicos son conscientes de cómo el humor puede crear una imagen de ciertos colectivos, o ayudar a mantener un status quo?
Entiendo que sí, porque para hacer humor, hay que ser bastante inteligente. Creo que eso es algo de primero de cómico.
Sí, me sorprendió. Sobre el por qué... Tengo mis teorías, pero las dejo en el tintero porque allí había 400 personas, y lanzar una teoría sobre 400 personas... Seguramente me equivoque con muchas. Dicen que la comedia es dolor, y yo pienso que, quizá, lo que yo les dije les tocaba demasiado de cerca como para que les hiciera gracia.
Esperaba que, precisamente porque les tocaba de cerca, tuvieran una mejor actitud de escucha, porque creo que si la hubiera habido, hubiera llegado al humor. Si yo soy capaz de subirme a un escenario y reírme de ello, que soy yo quien lo vive, de alguna forma les estaba dando licencia a que ellos también lo hicieran. No sé por qué no quisieron aprovechar ese momento. Pero la risa es algo muy personal.
¿Crees que sigue siendo más difícil para ti ganarte una risa de según qué público?
Sí, pero para mí, y para tantos otros cómicos. En el drama hay situaciones que son tristes y son dramáticas y en eso estamos todos de acuerdo, pero con la risa, cada uno es de su padre y de su madre. Sí que hay como un estereotipo y tipos muy concretos de personas que hacen humor, ese hombre, blanco, con ese personaje que trata casi siempre los mismos temas, y va a cualquier pueblo y lo peta. Ahora hay otros discursos que igual no entran tan fácilmente, pero luego cada cual tiene su público. Siempre habrá a quien no le entres por lo que sea. Cuando yo empecé, como mujer y negra, al principio sorprendía y mucho, eso es verdad.
Pero con el paso del tiempo, entiendo que también era cuestión de encontrar a mi público, mi humor, el espacio, de aprender más sobre mí misma... Creo que la gente está cada vez más por la labor de abrirse a otro humor, claro, y al final, la risa es algo muy genuino en lo que hay mucha sinceridad. Yo me he encontrado a gente que no estaba para nada en predisposición a que yo no les gustase, y después me han dicho. "Tía, pensaba que me iba a aburrir como una ostra, pero me he reído un montón". Eso me pasa mucho y me siento super satisfecha; al final, conquistar a los que ya están en disposición de que les gustes, mola, pero conquistar a los que te odian mola mucho más.
Has conquistado muchísimos escenarios, ¿qué consejo le darías a una persona que ha empezado en la comedia y que a veces tiene ganas de rendirse?
Yo misma he tenido muchas ganas de rendirme durante muchos años, porque el trabajo como artista es un trabajo que, muchas veces, no está valorado, es muy ingrato. Siempre recuerdo a esos que dicen: "Es que no está haciendo nada", e igual tú estás trabajando muchísimo, pero, simplemente, no estás en pantalla. Te dicen: "Y aparte de esto, ¿qué haces?" ¡Yo estoy haciendo cosas todo el día!
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A esa gente, les daría el mismo consejo que me dio a mí una gran actriz de este país hace muchos años, y es que recordase que nuestro trabajo es una carrera de fondo, no de velocidad. Conozco actrices y actores que han tardado 20 años hasta que llegó su momento. Geoffrey Rush hizo su primer papel protagónico en "El discurso del rey". Yo solamente les diría: "Mira esa película, y cuando la veas y veas cómo te llega, dime si a él no le mereció la pena esperar por ello".