No esperes encontrar la nueva 'Juego de Tronos' en Apple TV+. La billonaria compañía tecnológica se ha sumado a la guerra del streaming con su propia plataforma, con la que pretende ofrecer un valor añadido a los más de mil millones de usuarios de sus dispositivos. Y como estrategia financiera, el riesgo debe ser mínimo. Por eso, las series originales de la empresa de Cupertino evitarán a toda costa herir sensibilidades, imponiendo una restrictiva política creativa que ha provocado varias cancelaciones y cambios de showrunners, y que ha afectado así al contenido que podremos ver en la plataforma.
Jennifer Aniston y Reese Witherspoon en 'The Morning Show'
Antes de la infructuosa colaboración con el rapero, Cook y Eddy Cue, vicepresidente de Software y Servicios, se reunieron con ejecutivos de Hollywood para estudiar a fondo el mercado en el que querían sumergirse, como informaba The Wall Street Journal. En aquel momento, llegaron a esbozar un proyecto protagonizado por Keanu Reeves, en el que daría vida a un asesino a sueldo, y otro más sugerente en el que Michael Fassbender sería conductor de rally. Sin embargo, cuando Jamie Erlicht y Zack Van Amburg, veteranos de Sony TV, fueron contratados para tomar las riendas de la producción original en junio de 2017, esos dos esbozos fueron descartados para dejar paso a una línea editorial más complaciente.
Rupert Grint y Toby Kebbell en 'Servant'
Historial de restricciones
En primera instancia, Erlicht y Van Amburg, que en su momento respaldaron el desarrollo de 'Breaking Bad', se mostraron abiertos a escuchar todo tipo de propuestas, hasta que su discurso viró y cerraron la puerta a proyectos que apostaran por ser explícitos, ya fuera en cuestiones de desnudez o violencia. En cuanto a las series que sí entraron en su paraguas, también se produjeron modificaciones y ajustes creativos. El buque insignia de la plataforma, 'The Morning Show', recibió un encargo directo de dos temporadas, avalado por la implicación de Reese Witherspoon y Jennifer Aniston como protagonistas, pero no se libró de vivir su drama personal tras las cámaras cuando su líder creativo, Jay Carson, abandonó el proyecto. Supuestamente, su marcha estuvo motivada por su falta de experiencia como showrunner y, sobre todo, porque Apple quería que la serie fuera algo más optimista, en contraposición al sentido del humor aplicado por Carson.
Bryan Fuller y Hart Hanson también alegaron diferencias creativas para abandonar el reboot de 'Amazing Stories', que iba a ser una de las series de lanzamiento de la plataforma. Como detallaba recientemente The Hollywood Reporter, la oscura y arriesgada visión de la pareja creativa fue lo que provocó que se escaparan del cauce de pensamiento de Apple, que terminó por cederle las riendas a los creadores de 'Once Upon a Time'. Por su parte, M. Night Shyamalan también tuvo que aceptar ciertos límites para desarrollar 'Servant', su thriller psicológico sobre una pareja que pierde a su bebé, de la mano de Apple. El principal requisito fue que el director de "El sexto sentido" eliminara los crucifijos de la casa de los protagonistas, para evitar así cualquier controversia relativa a cuestiones religiosas.
Jason Momoa en 'See'
Fronteras definidas
Al mismo tiempo que Erlicht y Van Amburg esquivaban esas potenciales polémicas, Cue avisó a varios showrunners de que debían evitar que sus series pusieran a China en mal lugar, como ha desvelado BuzzFeed News. Esa exigencia iría en la línea de acción de Apple en lo que respecta a las relaciones con el país asiático, al que ha favorecido durante las protestas en Hong Kong. Aunque la guerra comercial con Estados Unidos haya motivado a la empresa de Cupertino a activar un plan para desplazar parte de su producción fuera de China, todavía tiene muchos intereses dentro del gigante oriental como para permitirse ir tan lejos como 'South Park' a la hora de criticar sus prácticas más cuestionables. En ese sentido, Apple se ha adaptado rápido a Hollywood, donde el mercado chino resulta demasiado suculento como para no bailarle el agua.
Ese cúmulo de precedentes sirve para comprender la posición ideológica que ha adoptado Apple TV+ como un servicio más aséptico, que no puede salirse ni un milímetro de la pulcra imagen de marca asociada a su compañía matriz. Aun así, la plataforma no está exenta de contradicciones, siendo 'The Morning Show' el ejemplo más evidente. Durante la promoción de la rutilante serie se ha recurrido al feminismo como estrategia de marketing, cuando la propia Apple canceló la serie de Lee Daniels y Whitney Cummings inspirada en el movimiento #MeToo por tratar temas sensibles. Por lo tanto, resulta difícil pensar que, en la era dorada de la televisión alcanzada a través de la osadía de HBO o FX, la ambición de Apple TV+ resida tanto en sus historias como en su envoltorio, y que el inminente servicio de streaming sea algo más que una opulenta cadena generalista supeditada a demasiados intereses comerciales.