Alegría y emoción para el Liverpool. Decepción y orgullo para el Tottenham. La final de la Champions League 2019 celebrada en el Wanda Metropolitano de Madrid se saldó con la victoria de los reds. El equipo de Jürgen Klopp lo celebró sobre el césped y sus aficionados hicieron lo propio tanto en las gradas como en las calles de la capital. Lo curioso es que entre los periodistas de los medios españoles, había un aficionado más del equipo ganador.
Michael Robinson no pudo ocultar su emoción con la victoria del Liverpool
Michael Robinson alzó una de las seis Copas de Europa que desde ayer acumula el club de la ciudad de Los Beatles. Fue en 1984. Después Michael se vino a España y triunfó como delantero en Osasuna y, más tarde, como legendario comentarista de Canal+ y ahora Movistar+. Ayer fue testigo de la victoria del equipo de su vida junto a Carlos Martínez desde la zona de prensa y no pudo ocultar su entusiasmo, aunque con cierta prudencia.
El primer gol de Salah llegó muy temprano, tras el lanzamiento de un penalti producido cuando solo transcurrían 29 segundos de juego. Con todo el partido por delante, Robinson apenas apretó los puños mientras su compañero narraba el tanto que daba ventaja al Liverpool. "Contenido, eh. Más con alivio que con otra cosa", apuntaba Carlos Martínez viendo la celebración repetida al término del encuentro.
Alegría desatada
La tensión de Robinson fue premonitoria y lo cierto es que la segunda parte estuvo más dominada por el Tottenham. El equipo de Mauricio Pochettino se fue arriba decidido en busca del empate y así lo demostraba la cara de preocupación de Michael ante los micrófonos de Movistar+. Pero la inspirada actuación de Ederson, guardameta de los reds, evitó la igualada.
En el minuto 87 llegó la sentencia de Divock Origi, héroe ya en semifinales contra el FC Barcelona, y con ello la euforia plena de Michael Robinson. "En el segundo te he visto exaltarte mucho más", explicaba Carlos Martínez. "Sí, me despegué un poco del asiento", confesaba el comentarista inglés, feliz como pocos tras ver al Liverpool levantar su sexta orejona.