Así se despidió definitivamente 'Benvinguts a la família': con un final abierto por si TV3 recula y la renueva

'Benvinguts a la família' estaba a punto de finalizar su segunda temporada y todos estábamos pendiente del anuncio de su renovación. Pese a la bajada de audiencia respecto a la primera, los datos se han mantenido muy similares y ha contado con un público muy fiel. Aun así, parece que no han sido suficiente para contar con una tercera tanda de capítulos y así lo anunciaba Eric Navarro, el jefe de guionistas de la serie, a pocas horas de la emisión de su último capítulo el 15 de abril.

"Hoy termina 'Benvinguts a la família'. Ha sido un viaje largo y complicado, pero sobre todo lleno de alegrías. Nos vemos esta noche, por última vez, a las 21.55h TV3", publicaba Navarro. Tras estas palabras, los seguidores de la serie nos asomábamos a nuestro televisor para ver con ganas y con cierta tristeza el desenlace de esta historia con la que hemos seguido las aventuras y desventuras de esta peculiar familia.

La segunda temporada ha sido algo diferente a la primera. Se incorporaron nuevos personajes como Manu, Teresa y la familia de ella, mientras que otros, como Raúl Dorado, cobraban mucho protagonismo. Eso hacía que a la familia Navarro, la que nos enamoró en su primera temporada, no es que pasara a un segundo plano, pero sí que perdía bastante peso. Chanchullos con un valioso anillo, viaje a Krakòzia a conocer al padre de Teresa, una fuga de la cárcel en un ataúd y un embarazo que, aunque parecía psicológico, era real. Así, por encima, esas han sido las tramas de estos capítulos.

Este ha sido el desenlace de la serie

Una vez detenida toda la familia en la comisaría, llegan a un acuerdo con la policía. Necesitan que le entreguen a Ramón, el padre de Teresa, que vive escondido en la embajada de Krakòzia. La hija sabe que únicamente hay una manera de conseguir que vuelva a España: fingiendo una boda en la que tenga que estar presente, como es la de su hijo Nil. ¿Y quién es la candidata perfecta para casarse con él? Pues por mucho que le duela a David, es Álex.

El plan es perfecto. Únicamente falla una cosa: el padre no puede venir. De este modo, deciden que durante el enlace se produzca una explosión y poder huir entre el humo. Nuevas vidas, muy lejos de Barcelona, y nuevas identidades. Paréntesis: Cuando a Ángela le dicen que su nuevo apellido será Olivares, se queja preguntando qué mierda de apellido es ese, haciendo un guiño al de la propia actriz que lo interpreta, Melani Olivares. Seguimos. Cuando van a escaparse, la furgoneta en la que se fugarían todos, ya no está. Como es habitual en Manu, iba a dejar tirada a su familia. Después de estar como el perro y el gato durante todos los capítulos, Manu y Teresa se dan una nueva oportunidad y deciden marcharse juntos, traicionando, una vez más, a Ángela y los suyos.

Ganan los buenos y los malos van a la cárcel

Pero resulta que el padre sí que estaba en Barcelona. Ya había llegado. La policía lo sabe y la boda está llena de infiltrados. Lo sabían todo, sabían que iban a escaparse y estaba todo preparado. Por ello, cuando está la familia escapándose entre el humo, son pararlizados. Nil da la cara por la familia y descubre que su padre está en el garaje, algo que había descubierto poco antes. Aunque lo hace por Álex y los suyos, estos se sienten traicionados porque se les había ocultado la presencia de Ramón en la casa.

Finalmente y tras un brote de valentía (gracias a la borrachera), Pere, el vecino de la familia, golpea a Ramón por la calle defendiendo a su mujer Adela. El matrimonio parece que recupera la pasión tras este hecho y la policía consigue detener a Ramón. Y no solo a él, sino que también arrestan a Manu y Teresa que pretendían escaparse. De este modo, el pacto se cumple, el mafioso está detenido y la familia queda en libertad. Eso sí, están amenazados de muerte y por ello tienen que cambiar de vida, estando protegidos pror la policía.

El epílogo lleno de guiños con... ¿final feliz?

Al final del capítulo vemos un epílogo de la familia viviendo muy lejos, a 4.000 kilómetros de su hogar. Nuevos nombres y con nuevas relaciones. Por fin, David y Álex están juntos, Raulito (el hijo de Victoria y Raúl) ya ha nacido y toda la familia es feliz en su nuevo hogar. Además, esta escena está llena de guiños a la propia serie. El capítulo tiene una celebración que reúne a mucha gente: ahora es una boda y la primera temporada acabó con un entierro; cantan la misma canción que durante el funeral; y, además, la familia acaba unida y alegre, pero la llegada de alguien lo vuelve a poner todo patas arriba.

Y es que cuando parecía que había un final feliz para los Navarro, aparece Pere, exhausto tras caminar 4.000 kilómetros, porque tiene un mensaje muy importante de Adela: tienen que regresar corriendo a Barcelona y "cada segundo cuenta". ¿Volverán? ¿Se quedarán en su nuevo hogar? Parece que nos quedaremos con la duda con este final abierto a medias que da pie a que TV3 pueda cambiar de opinión y apostar por una tercera temporada. Por si no ocurre, nos quedamos con el sentimiento de que los personajes seguirán juntos porque ya han demostrado que nada de nada podrá separarlos.