Ramón García. Dos pueblos de España enfrentados, uno identificado con el color azul y, el otro, con el amarillo. Una vaquilla. "Los troncos locos". "La patata caliente". Es fácil identificar que estamos hablando de 'El Grand Prix del verano'. El concurso de TVE ha pasado a formar parte de esa lista de programas de entretenimiento que han marcado una era en la televisión. Sin embargo, el formato no era novedoso en su estreno, sino que surgió inspirado en 'Juegos sin fronteras', un concurso a nivel europeo en el que España participó en hasta cuatro ocasiones.
'Juegos sin fronteras' fue resultado del acuerdo entre varios países por llevar a cabo una competición basada en juegos y diversión, una iniciativa que en 1965 materializó la Unión Europea de Radiodifusión a través de la red de Eurovisión. El programa tuvo dos fases, una hasta 1982 y, otra, de 1988 a 1999. Fue en esta segunda etapa en la que España concursó, una participación que le sirvió para fraternizar con ciudades y países vecinos, sobre todo teniendo en cuenta que no hacía mucho que había entrado en la Unión Europea.1 Un Eurovisión para calmar tensiones
Cabecera de 'Juegos sin frontera'
Antes de convertirse en una competición a nivel europea, este formato existía a nivel nacional en países como Francia o Italia, con programas como 'Intervilles' o 'Campanile sera', respectivamente. Al parecer, fue el presidente francés Charles de Gaulle el que tuvo la idea de aumentar la magnitud del concurso creando una competición divertida entre países que ayudara a fomentar la relación entre Francia y la Alemania Occidental tras el ambiente de enemistad que había dejado la Segunda Guerra Mundial. Principios, junto a la innovación técnica, similares a los del Festival de Eurovisión.
2 El papel de la UER
Concursantes de 'Juegos sin fronteras'
Esta unión de televisiones fue posible gracias a la Unión Europea de Radiodifusión, una organización que había surgido en 1950 con el papel de asistir técnicamente a las televisiones que por entonces comenzaban a surgir en Europa. Este ente público creó, bajo sus redes de comunicaciones, formatos como el Festival de Eurovisión, cuya primera entrega fue acogida por Suiza en el año 1956.
El certamen musical fue el precursor de 'Juegos sin fronteras', que llegaría nueve años más tarde y con una dinámica diferente. A diferencia de Eurovisión, el concurso de juegos se emitía cada verano en un periodo de tiempo que iba desde agosto a noviembre. Además, cada semana era una ciudad europea la encargada de acoger el encuentro transmitido por las cadenas de los distintos países y conducido en cada uno de ellos por sus presentadores nacionales.
3 Dinámica del concurso
Presentadores españoles en la edición de 1988 de 'Juegos sin fronteras'
Cada país estaba representado por cuatro equipos (normalmente formados por ciudades, lo que recuerda mucho al formato de competición entre pueblos de 'El Grand Prix del verano), cada uno de los cuales estaba integrado por seis mujeres y seis hombres de entre 18 y 45 años de edad. Estos debían superar en cada programa un total de 12 pruebas de habilidad y destreza física para así sumar puntos que se iban acumulando y les harían ir escalando posiciones para llegar a la gran final.
Solo un equipo de cada país se clasificaba para la gran final, en la que volverían a realizarse nuevas pruebas con puntos acumulativos que finalmente determinarían al país vencedor de la edición. Alemania fue el país que más ediciones logró ganar, un total de 6 de las 16 veces en las que participó. No obstante, en una de ellas lo hizo empatando y repartiendo la victoria con el municipio inglés de Shrewsbury.
4 Decorados como protagonistas
Los aspirantes hablan con una periodista en 'Juegos sin fronteras'
Los decorados eran uno de los elementos más importantes del programa, pues no solo servían como parte de las pruebas, sino que además tenían la función de crear un contexto y representar la idiosincrasia de cada participante. La movilidad del concurso cada semana permitió que se llevaran a cabo programas temáticos, muchas veces teniendo como referencia la cultura de un país o la estética de una ciudad.
En el año 1991 los dos programas realizados en España tuvieron su propia línea temática, siendo uno de ellos dedicado al circo y otro a los orígenes de Madrid, aprovechando que se encontraba en la capital española. Además de los decorados, tampoco pasaba desapercibida la indumentaria de los concursantes, siendo en muchas ocasiones aparatosa con el fin de hacer más complicada las pruebas, lo que al mismo tiempo exigía una mayor destreza física. Algo similar a los famosos bebés gigantes o los lobos de 'Grand Prix'.
5 El papel de España
Los concursantes realizan una prueba resbaladiza
España participó en el concurso en cuatro ocasiones: en 1988 y desde 1990 hasta 1992. De las cuatro ediciones, tan solo logró ganar una de ellas. En el año 1990 la localidad aragonesa de Jaca se alzó con la victoria del concurso, una edición que esta vez no había hecho parada en España en ninguna de sus entregas. El municipio probaría de nuevo un año después sin la misma suerte y quedando en quinta posición de seis finalistas.
El año 1992 sería aquel en el que España se despediría del concurso. Esta vez tampoco se celebró ningún programa en nuestras fronteras y Palma de Mallorca, la ciudad clasificada a la final, no logró más que la sexta posición de los siete finalistas. Sin embargo, el adiós definitivo de España en la competición hizo que en 1994 creáramos nuestro propio concurso a nivel nacional, el ya mencionado 'El Grand Prix del verano'.
6 Presentadores
Daniel Vindel e Isabel Gremio en 'Juegos sin fronteras
Los presentadores y comentaristas del programa en su emisión en España fueron variando en cada edición. En 1988 acogieron la responsabilidad Ignacio Salas (conocido también por haber conducido una edición de 'Juego de niños') junto a Guillermo Summers y Carmen Otero. En las ediciones posteriores se pusieron al frente rostros conocidos de la época como el del periodista Daniel Vindel y la presentadora Isabel Gemio. En la última edición, sin embargo, la tarea recayó en manos de la actriz Elisa Matilla y el presentador César Heinrich.
7 Intentos de recuperarlo
Los concursantes realizan una prueba de equilibrio
Las dos etapas de 'Juegos sin fronteras' fueron canceladas por una misma razón que también afecta al Festival de Eurovisión: problemas económicos. La financiación puso a prueba el formato en varias ocasiones, finalmente cancelado en 1999 y sin recuperación hasta la fecha. Aunque no será por intentos de volver a llevarlo a la televisión. En el año 2007 se llegaron a recoger firmas para pedir la vuelta de la competición y la UER trató de llevarlo a cabo de nuevo. Problemas de dinero, de nuevo, volvieron a tumbar el proyecto.
El 2019 vuelve a ponerse sobre la mesa el debate sobre el regreso del programa al anunciar la productora francesa Banijai la compra de los derechos del formato a la UER. Una noticia que hace crecer los rumores sobre la vuelta en otoño de 2019 de uno de los concursos italianos por excelencia. Una noticia entusiasta que en España podría compararse con el hipotético regreso de 'El Grand Prix del verano'.