Así era 'Los Trotamúsicos', la mítica serie musical que marcó a muchas generaciones

Cuando echamos la vista atrás y recordamos las series que marcaron nuestra infancia, nos vienen a la cabeza imágenes de muchas ficciones de animación que nos acompañaron cuando éramos pequeños y que nunca se nos olvidarán. Y, ¿quién no se acuerda de 'Los Trotamúsicos'? En octubre de 1989 arrancó en La 1 una serie que enganchó a millones de niños de la época y que continuó atrayendo a nuevos seguidores durante más de una década.

Y es que, aunque en marzo de 1990 se despidió de TVE, regresó en varias ocasiones a la parrilla de su primera cadena -y más adelante a la de Clan-. Cuatro animales maltratados de diferentes maneras por sus dueños, deciden dejarles tirados y marcharse hacia Bremen con el objetivo de demostrar a todo el mundo su talento musical y convertirse en ganadores de la trompeta de oro, pero se encuentran con muchos obstáculos en su camino. Con ese argumento, la serie llegó hasta Chile y se adaptó también en Brasil.

Muchos artistas como Gonzalo Durán, Eduardo Jover, Claudio Serrano, Rafael Alonso o Simón Ramírez, entre otros, pusieron voz a todos los personajes animados de 'Los Trotamúsicos'. En FormulaTV hemos querido hacer un homenaje a esta serie musical que nos marcó a muchas generaciones y lo hemos hecho repasando a sus protagonistas, la música y su final. ¿Cuál era tu personaje favorito?

De un libro al cine y a la pequeña pantalla

Unos años después de la publicación del cuento de los hermanos Grimm, el director Cruz Delgado decidió adaptar la historia y llevarla a la gran pantalla con una película homónima de ochenta y seis minutos de duración. El largometraje recibió una nominación a Mejor Película de Animación en los Premios Goya de 1990, y se convirtió en ganador. Tras ser testigos del éxito que estaba teniendo en el país después del reconocimiento que había obtenido, La 1 de Televisión Española tomó la decisión de continuar la historia en televisión y, también bajo la dirección de Cruz Delgado, se mantuvo en la parrilla de la cadena un total de veintiséis episodios.

Así eran los protagonistas...

Como en prácticamente todas las series de televisión, en 'Los Trotamúsicos' los protagonistas se dividían en dos grupos: buenos y malos. Los protagonistas eran cuatro a pesar de que conocimos a muchos animales con buenas intenciones a lo largo de los capítulos. El primero de ellos es Tonto, un burro que siempre se tomaba todo con calma pero todo lo que hacía, lo hacía de la mejor manera que podía. Era más lento de lo que se podía esperar de él y no tenía mucha fuerza para mover demasiado peso, por ese motivo, su dueña decidió acabar con él sin saber que terminaría escapando. También nos encontramos con Lupo, un perro que se marcha de su casa por el ridículo que hacía en medio del pueblo por obligación de su dueño. Desde el primer momento toma el papel de líder del grupo y es el más perspicaz de todos.

El más moderno del grupo era Koki. Se trataba de un gallo muy macarra, que siempre aportaba el lado divertido a todas las situaciones. Lo que esperaban sus dueños de él era que cantara todas las mañanas como suelen hacer todos los pertenecientes a su especie, pero Koki prefería salir por las noches a disfrutar con las gallinas y, cuando el sol salía y comenzaba a amanecer, no estaba para cantar. Antes de que terminaran con su vida por inepto, abandonó el corral. Por último nos topamos con Lupo. A diferencia de los otros tres, que se van encontrando por el camino, este gato callejero se une a ellos una vez estos últimos llegan a la casa en la que se refugian. También es distinto a sus compañeros porque él no tiene que huir de ningún sitio porque lleva toda su vida yendo de un sitio a otro, sin nadie a quien contentar.

...y los antagonistas

El objetivo de los buenos siempre es acabar con los malos, y en 'Los Trotamúsicos' dieron muchos quebraderos de cabeza a la banda y a los habitantes de Bremen. Los antagonistas no eran otros que los componentes de un grupo de ladrones, tres delincuentes que se sacaban cualquier triquiñuela de la manga con tal de hacer la vida imposible al resto. Chef era el líder de este trío, un hombre alto que no se quitaba las gafas de sol ni cuando salía de noche y cuyo sombrero blanco –con una banda corinto-, a conjunto con su traje, era su seña de identidad. Sus planes, pocas veces llegaban a buen puerto. Chef mandaba sobre Bestia y Tapón. El primero era un hombre tozudo, con mucha fuerza física pero muy poco mental y con una capacidad para pensar con coherencia escasa; el segundo, por su parte, era el de menos estatura de los tres pero el más inteligente. Junto a los delincuentes iba siempre Atila, la mascota del grupo. Era un perro grande negro, con cara de bruto, que servía como medio de transporte a Tapón.

La música, siempre presente

La música era el factor principal de la historia de 'Los Trotamúsicos' y no entendía de buenos ni de malos. Todos los personajes principales tocaban algún instrumento y participaban en los números musicales que nos regalaban en cada uno de los episodios. Todos menos Atila, que los únicos sonidos que podía emitir eran ladridos. Tonto tocaba la batería, aprovechando los cascos de sus patas que utiliza como baquetas. Lupo, por su parte, tenía un talento especial con la trompeta y la tocaba como los ángeles, pero también se puso delante del piano en más de una ocasión, demostrando que la música corría por sus venas sin importar el instrumento.

Koki era un rockero empedernido y, como no podía ser de otra manera, su instrumento estrella era la guitarra eléctrica, dejando claro así el toque de modernismo y de diferenciación sobre sus compañeros. Burlón siempre había disfrutado con la música pero no es hasta que conoce a los otros tres cuando empieza a dar rienda suelta a su arte escondido y lo hace con el saxofón como instrumento. Los ladrones también eran virtuosos con la música y tenían sus propias canciones. Chef manejaba la trompeta, Bestia hacía lo propio con el saxofón y Tapón nos deleitaba con el tambor. Desde su cabecera hasta cada canción que sonaba, como "La mejor vacuna" o "Koki, eres el rey del corral", conseguía poner una magia única a la ficción y animar a todos los pequeños fieles de la serie.

Un final de sueño

Lo peor de una buena serie es el momento en el que termina. Muchas producciones de televisión terminan decepcionando a la audiencia que les ha acompañado durante toda su trayectoria simplemente por su capítulo final. Y en 'Los Trotamúsicos' podría haber pasado eso si todo hubiera terminado unos minutos antes de su verdadera última escena. Después de pasar un tiempo juntos, los cuatro animales se volverían a separar para volver a sus respectivos lugares de origen, dejando nuevamente a Burlón solo en la calle regresando a la casa en la que le habían encontrado.

Por suerte, la magia hizo que fuera Burlón el culpable de esos acontecimientos, que por haberse dado un fuerte golpe había soñado con esas imágenes pero cuando se despertó, todos seguían juntos y felices. Con el paso de los años nos hemos encontrado con otras ficciones que han terminado con un sueño, como 'Los Serrano'. Pero esto fue, aunque parecido, diferente. Hubiera sido un final muy triste para todos los niños que siguieron la serie, pero puso punto y final de la mejor manera posible.