La temporada 11 de 'La que se avecina' ha estado cargada de giros y el capítulo final no iba a ser menos. En "Un vibrador emocional, un bodorrio subvencionado y el retorno de los payasos justicieros" el edificio de Mirador de Montepinar está en plena ebullición, con la boda de Amador y Barbie a la vuelta de la esquina y la multa de 100.000 euros aún sobre sus cabezas.
Bárbara y Amador en 'La que se avecina'
Aunque el Cuqui estaba dispuesto a sellar su amor con Bárbara, esta empieza a tener dudas. Porque además de sentir que todo va muy deprisa y de tener a media familia animando para que no dé el paso, está el embarazo de Clarita. Finalmente, Bárbara llega a la ceremonia y "se masca la tragedia", como dice doña Fina. Confronta a Amador para saber si es el padre del bebé de Clarita y decide irse, pero animando a los invitados a que disfruten del convite ya pagado, pese a los "I love you" de Amador.
Tampoco termina muy bien la temporada para el trío del ático en el último episodio de Javier Maroto (Antonio Pagudo) en la serie. Lola quiere que dejen a Martina por miedo a que Úrsula termine queriendo más a la fisioterapeuta que a ella. Es una ruptura dolorosa para los tres y Javi y Lola solo tardan un día en arrepentirse, tiempo en el que Martina ha vuelto con su exnovio Fede, porque "cuando alguien te putea tanto cuesta el doble olvidarlo".
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El regreso poco triunfal de los payasos justicieros
La vuelta a la acción del grupo de justicieros encabezados por Antonio Recio ha sido otro de los grandes momentos del capítulo, con Fermín como su nueva incorporación. Los payasos han intentado extorsionar al funcionario Ramón Linares para que quite la multa de la comunidad, pero lo único que consiguen es una nueva demanda y un cadáver. Porque cuando los vecinos se enfrentan a Linares, a este le da un ataque al corazón y ni siquiera el doctor García Baquero (una de las personalidades de Agustín) logra hacer nada por él.