Así se preparó 'Radio Gaga' para contar no una historia de maltrato sino de supervivencia

49 hombres han asesinado a 49 mujeres en este 2019. ¿La causa? El mero hecho de ser mujer. Según el último balance del Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad, este octubre ya supera por tres el número de víctimas de violencia machista que se produjeron el mismo mes del año pasado. En el mismo informe, se detalla que Andalucía es la comunidad en la que se concentra la mayor cifra, once en lo que va de 2019, seguida de la Comunidad Valenciana (siete), Cataluña (siete) y la Comunidad de Madrid (seis).

Los datos dejan una realidad manifiesta, la violencia machista es un problema por resolver y, aunque la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género intenta ponerle freno, algo falla en el sistema. La visibilización es un punto vital para su erradicación y, de hecho, el pasado 2018, el tema que la ONU para el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer fue #EscúchameTambién, con la intención de animar a medios de comunicación a contribuir a la causa. Pues bien, parece ser que 'Radio Gaga' ha querido coger el testigo de la campaña, ya que en su cuarta temporada se han puesto como misión "dar valor al papel de la mujer como vértebra de la sociedad", tal y como detalla Amparo Castellano, directora de DLO/Magnolia, la productora del programa.

El primer episodio, pues, no podía tratar otra cosa que la violencia machista, un tema que llevaba mucho tiempo en nevera, tal y como desvela Manuel Burque en una charla con FormulaTV, pero que por unas cosas o por otras nunca salía. Sin embargo, no podía estar más contento de esto fuera así, ya que este drama, por desgracia, es un tema de debate político en la actualidad, debido a la irrupción de partidos que intentan modificar las medidas de protección del Estado para con estas mujeres. "En 'Radio Gaga', de forma natural, nos posicionamos con los grupos vulnerables y, ahora, con estos partidos, nos convertimos en un motor de lucha mucho más importante", explica el humorista, que pone el foco, precisamente, en Andalucía. "Este es uno de los sitios donde ahora gobiernan y estamos hablando de uno de los temas que quieren dinamitar", prosigue.

Ubicación: Fundación Ana Bella

Y es que Andalucía es el lugar donde él y Quique Peinado han movido la famosa caravana del programa. Sin embargo, no todo tiene que ver con aquellos que no deben ser nombrados. La comunidad no solo ha sido escogida por sus datos, sino que es el lugar de nacimiento de uno de los agentes del cambio más importantes, la Fundación Ana Bella, la red de mujeres supervivientes de la violencia machista. Este es el sitio inaugural de la cuarta temporada y en el que han encontrado los testimonios idóneos para su "programa de radio": varias mujeres supervivientes, niños que se han criado con esa realidad en su casa o víctimas que terminaron por convertirse inconscientemente en verdugos. Servidora ha podido ver el programa que se emite este domingo 27 en #0 de Movistar+ y, realmente, impacta.

Impacta por la naturalidad con la que esas mujeres hablan del maltrato, por su fuerza, su vitalidad y sus alegatos: "He estado veinte años muerta, ahora me toca vivir". Impacta también la magia con la que está hecha el programa, de principio a fin, y, de eso, hemos querido hablar con dos de sus protagonistas: Manuel Burque y Ana Bella, porque lo que verán ustedes esta noche a las 22:00 es solo un 10% del pastel. Pero, ojo, qué pastel. Nos interesa la masa, el moldeado y el horneado, porque detrás de la hora de capítulo hay semanas de trabajo.

Lo primero, hay que quedarse con dos nombres: Joanna Pardos, la directora del espacio, y Amparo Castellano. Ellas son las artífices de casi todo lo que vemos en pantalla, como desvela Burque. Ellas fueron las que se encargaron de conocer a las mujeres previamente y de seleccionar minuciosamente todos los testimonios que se verían en el capítulo. Ana Bella, por su parte, nos cuenta que ella primero fue preguntando a varias supervivientes para ver quiénes querían participar. Y es que, aunque en el programa parece todo muy casual, coincidencias en televisión las justas.

"Las selecciones de los testimonios casi siempre las toma Joanna y el criterio es expresar el máximo espectro de casos posibles", cuenta el presentador, que piensa que para este programa en especial habrían necesitado "unas cinco temporadas de 'Radio Gaga'", para poder "entender el problema con profundidad". Pero la televisión es soberana y, si hay una regla que la rige es el tiempo. 50 minutos es lo que tienen. La variedad de los casos la dejamos como sorpresa, pero sí que podemos avanzar cuál es el que más impactó a Burque:

-El caso que más me ha tocado es el de una superviviente que forma parte de las pocas más de 15 mujeres en España que están en nivel de protección máxima. Es un testimonio que me cambia totalmente la forma de ver esto. Una señora que tenía que tiene que llevar escolta, que además son diferentes cada día, y que no puede hacer una vida normal porque su marido le ha amenazado. El impacto fue brutal, porque era estar en relación directa con algo que es un problema gravísimo. Fue una sensación de impotencia, injusticia... De dolor.

Contra la doble victimización

Debido a la gravedad del asunto, el programa tomó la decisión de escuchar el testimonio a través de una llamada telefónica. "Taparle la cara era hacer sensacionalismo y, a parte, está el tema de la implicación. Si lo hacíamos así, la identificación con ella cambiaría totalmente. Se volvería escabrosa", detalla Burque. Esta es, precisamente, una de las cuestiones en las que Ana Bella incide particularmente. Cuando ella se decidió a dar el paso de contar su historia, lo hizo a cara destapada y con una sonrisa. Estaba cansada de que siempre se representaran víctimas. "Somos supervivientes", sentencia. Por eso, pide que los medios dejen de caer en la revictimización.

Uno de los proyectos de la Fundación Ana Bella es el de "Testimonios positivos", que tiene como misión animar a víctimas que aún no hayan roto su silencio a que lo hagan. Para Ana Bella, uno de los factores más importantes para lograr una víctima se identifique con ellas es dejar atrás dicho rol y potenciar el de supervivientes. Ser agentes del cambio. "Nosotras lo que hacemos es que cuando vamos a una charla, a la tele o la radio, nos llevamos a una mujer, para que así vaya aprendiendo a cómo prepararse", nos explica, aunque también revela su secreto, el modo en el que ella se prepara: no olvidar que hay otra mujer en el lugar que estuvo ella un día:

-Un día, una mujer me escribió por Facebook para pedir ayuda. Me dijo: 'Ana Bella por favor ayuda a mi prima porque todo lo que estás contando es lo que está viviendo. Mi prima es la novia de tu exmarido'. Ahí me di cuenta de que yo me había olvidado que había una mujer en mi lugar. Ese fue el dia en el que yo comprometí mi vida, hasta mi último aliento, en poner voz a las mujeres que no pueden hablar porque están siendo maltratadas. Las fuerzas me las dan las historias de tantas mujeres que me las cuentan. En cada historia sano; ya no lloro casi nunca.

Para Manuel Burque y Quique Peinado la sensación era de "una responsabilidad gigantesca", y mira que han estado en sitios complicados, pero no, la cosa no va por ahí. Su responsabilidad les venía del hecho de ser dos hombres escuchando relatos de mujeres; nacía del miedo de no llegar a tratar el tema con la comprensión que se merece. Y es que, al final, como el mismo presentador nos relata, ellos están ahí porque en el programa Belga original son dos hombres. "'Radio Gaga' lo hacen mujeres sobre todo", apuntilla, rindiendo así un pequeño homenaje a la columna vertebral del programa.

Para su tranquilidad, Ana Bella -y servidora- da cuenta de que estuvieron a la altura de las circunstancias y, como anécdota, le confiesa que le conmovió ver a Quique Peinado tan bloqueado con algunos testimonios. También como Burque "preguntaba desde el corazón". "Te metiste en nuestra piel, veía cómo entrabas dentro de nuestra historia", le confiesa cara a cara.

Ahora les toca a ustedes juzgar. Y al propio Burque, que desvela que nunca ve el programa hasta su estreno. Publicada la receta y comido el pastel, queda ver la repercusión. Ver si logran hacer mella en esos que no deben ser nombrados. Sin embargo, Ana Bella lo tiene claro: "El avance de la igualdad es imparable, por mucho que lo quieran atacar, no se va a producir".