Los Javis (Javier Calvo y Javier Ambrossi) vuelven una vez más a 'OT 2018' tras el extraño sabor de boca que dejó en los chicos la masterclass del sábado anterior. Una clase de dos horas en la que las emociones estuvieron a flor de piel y que terminó con los concursantes hechos un mar de lágrimas. Algo por lo que Javi Ambrossi ha querido pedir disculpas y aclarar que su intención no era dejar a los chicos derrumbados, sino despertar la empatía entre ellos.
Los Javis en su segunda visita a 'OT 2018'
Tras un ejercicio en el que los chicos debían sincerarse y mostrar sus emociones, los profesores propusieron expresar dichos sentimientos a través del baile. "En algunos casos fue muy intenso, lo siento si fue así. No era la intención", ha expresado Javier Ambrossi en su segunda visita a la Academia. "Si algún ejercicio es intenso de más es importante que vayáis al psicólogo, nosotros no lo somos, ningún profesor lo es", añadió.
Vuelve Villa OT
La visita de los antiguos profesores de interpretación ha estado marcada por el regreso de uno de los juegos más famosos de la pasada edición: Villa OT. Una partida en la que Dave encarnó el papel de asesino y trató de llevar sus dotes interpretativas hasta el final. Sin embargo, no logró deshacerse de todos sus compañeros, como sí consiguió Nerea Rodríguez en la pasada edición.
Los chicos de 'OT 2018' juegan a Villa OT en la segunda visita de los Javis
El juego de Villa OT lo implantaron el la Academia los antiguos profesores de interpretación para intentar que los concursantes se conozcan más unos a otros. Tratando de buscar acciones que desligan del comportamiento habitual de alguno de ellos, todos tienen la misión de averiguar quién es el ficticio asesino que está organizando una masacre en el pueblo.
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La segunda parte de la clase la dedicaron a tratar de entender las letras de los temas que cantan y meterse por completo en los mensajes que emiten. Con tan solo una frase de la canción los concursantes debían llevar el mensaje a una emoción interna y mostrarlo. Un ejercicio de interpretación con el que los Javis han tratado de sacar al actor que cada uno de los triunfitos lleva dentro.