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'Mía es la venganza', en imágenes 10 fotos
Divinity emitió el viernes 10 de noviembre el último capítulo de 'Mía es la venganza'. La telenovela, que acumulaba 110 episodios, ha terminado después de cinco meses donde, incluso, sufrió un sonado cambio de cadena. Sonia Hidalgo, Olivia Serra, Mario Costa y el resto de los personajes han dicho adiós a los espectadores en un final cerrado, lleno de giros y de emoción.
Cuando Mario (José Sospedra) acepta casarse con Lola (Julia Frigola) y olvidarse así de su venganza, se encuentra con la muerte por sobredosis de su futura esposa en la cárcel. Mario culpa a Sonia (Lydia Bosch), ya que no la dejó salir de prisión, e intenta estrangularla. Olivia (Natalia Rodríguez Arroyo) lo evita, y Sonia termina por contarle la verdad sobre la muerte de Silvia a Mario: "No quise matarla, fue un accidente".José Sospedra y Natalia Rodríguez Arroyo en 'Mía es la venganza'
Pronto se descubre que fue Jaime (Carlos Manuel Díaz) el que proporcionó la droga a Lola, ya que no quería que Mario cejase en su venganza contra Sonia. Entonces, decide acabar él mismo con la vida de su exmujer. Pero Sonia se defiende y remata a Jaime. Mario y Olivia, que acaban juntos, acuden a socorrerla, pero Jaime ya está muerto. Sonia aprovecha para contarles todo sobre Silvia, quedando plasmada la realidad de lo sucedido en el pasado con un explicativo flashback. Por otro lado, Fernando (Ibrahim Al Shami), rompe definitivamente con Orson (Claudio de la Torre) para irse con Andrés (Rubén de Eguía).
De Telecinco a Divinity
Los bajos datos de audiencia de la serie, que apenas superaba el 6% de share en la franja de la sobremesa en Telecinco, decepcionaron a Mediaset. La empresa pasó a emitir la ficción en Divinity un mes después, donde mantuvo buenos resultados.
Sin embargo, se siguieron dando cambios de horarios, como el causado por el estreno de 'Ana de nadie'. Esto enfadó a Lydia Bosch: "De no creer. Nuevo cambio de horario. Parece una broma de mal gusto". Mediaset anunció en julio la paralización del rodaje, para después cancelarla, obligando a terminar la telenovela con un final forzado.