Las ausencias en la boda de Rocío Carrasco: de sus hermanos y Amador, al cambio de opinión de Rosa Benito

'Rocío, contar la verdad para seguir viva' emitió su décimo episodio en Telecinco, en el que Rocío Carrasco habló del distanciamiento con su hijo David Flores. Entre los sucesos implicados en dicho período, que se remontan al verano de 2016, se encontraba la boda de Rocío Carrasco y Fidel Albiac, a la que el hijo menor de la madrileña no acudió, al llevar más de dos meses en el hogar de su padre, quien no le habría permitido acudir. Sin embargo, esta no fue la única ausencia de la cita, dado que Carrasco reconoció haber prescindido de la presencia de ciertos familiares en uno de los días más felices de su vida.

"Invito a mi gente, a mis amigos, a mi prima, a Teresa, a mis vecinos... a mi hijo no hacía falta invitarlo, porque era parte de esa boda, no era un invitado. Mi hijo iba a la boda", defendió Carrasco, quien incluso había comprado el traje para su hijo, al igual que el resto de complementos, antes de que David se trasladara a Málaga con su padre para pasar el verano. "Era algo con lo que él estaba loco. Le hacía una ilusión bárbara", recalcó la madrileña, que reconoció no haber invitado a su hija, Rocío Flores "por lo que, desgraciadamente, ahora se sabe por mi boca", en referencia a la agresión que sufrió por su parte en 2012. "¿Y del resto de tu familia?", preguntó la entrevistadora. "Tengo a mi tío Antonio, el hermano de mi padre, que fue mi padrino. A Chayo, con sus hijos y Andrés, a mi tía Rosa, a mi familia que no es televisiva...", respondió Carrasco.

La madrileña reconoció sin tapujos que tanto Amador Mohedano como sus tíos Gloria Mohedano y José Antonio, o sus hijos. Incluso los hermanos de Rocío, Gloria Camila y José Fernando tampoco habían sido invitados a la ceremonia, dado que "no tengo ningún tipo de relación". "¿De las personas a las que invitas, hay alguien que no vaya?", planteó la entrevistadora. "Rosa. Creo que, según me han contado posteriormente, estaba saliendo de la peluquería para asistir a la boda y recibió una llamada y optó por declinar la invitación", explicó Carrasco, a la que le preguntaron si "te duele que no vaya". "No. Si digo que sí, miento. Una cosa es que yo tenga buena relación con ella, porque mi tía Rosa ha sido muy importante en mi vida, otra cosa es que yo invite a alguien porque la quiera y, otra, que me importe o me duela que no vaya", aclaró la madrileña.

"Utiliza a los niños para machacarme"

"Para mí fue un día maravilloso, uno de los mejores de mi vida. Por mí, por él, y porque sé lo que suponía para mi madre. Ella hubiera sido inmensamente feliz si hubiera visto esa foto. Estaba cumpliendo una de sus últimas voluntades", manifestó Carrasco, tras lo cual confesó que no había albergado esperanza alguna en que su hijo apareciera en algún momento en la boda. "Sabía que, desgraciadamente, no iba a suceder. Y si se me hubiera pasado por la cabeza que eso sucediera, lo primero que me encontré cuando me desperté el 7 de septiembre, fue una portada de este señor con mis hijos llorando", rememoró la madrileña, al hacer referencia a la exclusiva que salió el mismo día de su boda.

"Es otro pactado robado y cobrado. Vuelve a utilizar a sus hijos y ponerlos como escudo para que la gente sienta pena y siga creyendo que soy una mala persona y una mala madre", manifestó Carrasco, quien acusó a su expareja de que "no tiene escrúpulo en poner a su hijo llorando en una portada. No tiene vergüenza y no tiene conciencia". "Cogí el móvil, vi la portada, me di un lote de llorar importante y tiré el móvil. Ese día no me lo iba a arruinar también", recordó Rocío. La madrileña, además, señaló que aquella publicación era "otra utilización de la figura de los niños para machacarme a mí y ganar dinero. Ese es el buen padre". "En su caso puede ser 'vive de tu exmujer hasta que puedas vivir de tus hijos'", remató Carrasco.