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El jueves 18 de febrero, la tercera edición de 'La isla de las tentaciones' alcanzó su quinta entrega en Telecinco, después de que se celebrara la segunda hoguera de los participantes del reality. En ella, Lucía Sánchez mostró una reacción bastante serena, aunque enfadada, tras ver cómo su novio, Manu González no solo se besaba con Stefany Martínez, sino también con Fiama Rodríguez. Sin embargo, todo cambió a la mañana siguiente cuando, al despertar, la gaditana empezó a llorar, deprimida al pensar en su pareja, momento en el que recibió el apoyo de todas sus compañeras.
Lucía rompe a llorar y se muestra cabizbaja con sus compañeras en 'La isla de las tentaciones'
El estado de ánimo de la gaditana tampoco mejoró cuando se reunió con el resto de sus compañeras para desayunar. "¿Qué me pasó ayer, por qué no sentía nada?", se cuestionó Sánchez, confundida e incapaz de dejar de llorar. "Fue el momento del shock, como cuando te enteras de que se te ha muerto un familiar y te quedas en shock. Y no reaccionas hasta después", le explicó Marina García, comprensiva, quien opinaba que Lucía "se lo guardó tanto por dentro, que cuando ha pasado el tiempo, se rompió". ¿Visteis a Manuel hablar algo de mí?", planteó Lucía, conociendo ya la respuesta, tras lo cual Lola recordó que el gaditano solo había hablado de ella para calificarla de "supercelosa. Nada más que hablando mal". "Me parece un sinverguenza y un desagradecido. Ella se merece algo mejor, que le den por saco al Manuel", declaró la leonesa al respecto.
"Me he dado cuenta de que no sentía tanto por ella"
"Soy una persona que me gusta formar una familia, tener una pareja, pero me da miedo no poder enamorarme como lo estaba de él. Si yo no estoy así, no quiero estar con nadie", declaró Lucía, durante la conversación con sus compañeras, tras la cual se mostró algo más optimista. "A partir de ahora, me tengo que querer a mí misma antes que a nadie", manifestó la gaditana mientras, en el lado opuesto de la moneda, Manuel conversaba con sus compañeros sobre su relación con la gaditana en términos muy diferentes. "Le hice mucho daño poniéndole los cuernos, pero yo he mamado mucho por su comportamiento y su carácter", confesó González, a lo que añadió, ante las cámaras, que "me he sentido en muchos momentos de mi relación como si estuviera metido en una habitación, encerrado. Y he tirado las paredes abajo". "Me he centrado tanto en ella que pensaba que estaba enamorado hasta las trancas, pero he llegado aquí y, en cuestión de días, me he dado cuenta de que no sentía por ella tanto como pensaba", manifestó Manuel.