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La prueba de autor consistió en versionar dacquoise japonés, reto en el que Nagore Robles presentó un bizcocho y una diplomática "excelente", con un sabor "maravilloso", mientras que Mario hizo estremecer al jurado con un "potente" toque de acidez que fue tan elogiado como su textura. En el caso de Benita, le faltó cocción para aplacar el fuerte amargor del matcha y, en el de Pol Espargaró, su sufrimiento en el cocinado dio lugar a un postre carente de "fuerza para el contraste" a pesar de tener un buen bizcocho. Por su parte, Lidia Torrent cerró la cata con una diplomática "muy rica" y una ralladura de lima refrescante, con exceso de horneado en el bizcocho.

Lidia, Benita, Nagore, Mario y Pol en la décima entrega de 'Bake Off 2'
El popular coulant de chocolate fue el protagonista de la prueba técnica, a lo que se añadieron varias elaboraciones más para acompañarlo, lo que puso mucha presión sobre los concursantes, especialmente Lidia y Nagore, al verse justas de tiempo. "No ha habido ninguno que estuviera seco", apuntaron los jueces aunque, evidentemente, había diferencias que pusieron a Mario en la cola, al presentar un coulant salado, por detrás de Lidia. Para sorpresa de los concursantes, el jurado estableció un empate entre el trabajo de Pol, Nagore y Benita en el tercer lugar, "porque no hay ningún volcán que esté perfecto y tenga bien todo", para descontento de la vasca.
Benita, décima expulsada
La prueba fantasía puso el punto final con la elaboración de seis pavlovas iguales, en las que el sabor y la presentación tendrían el mismo peso. Benita inició la cata con unas réplicas "sabrosas y suaves", aunque con un dulce "muy marcado", tras lo cual Lidia presentó unos postres "muy bonitos", con unas buenas texturas, aunque falto de acidez. A pesar del buen aspecto y decoración de Mario, la extrema delicadeza de sus pavlovas fue un gran fallo a ojos de los jueces, que destacaron su "balance espectacular" a nivel gustativo. En cuanto a Pol, sus elaboraciones no eran bonitas, aunque estaban "muy ricas, frescas", hasta el punto de ser "perfectas" por la cantidad de merengue y relleno.
Nagore fue la última en presentar unas pavlovas con "un bocado perfecto, fresco", "muy bien ejecutadas", toda "una fantasía" a nivel gustativo. Por ese motivo, poco sorprendía que la vasca consiguiera el delantal de pastelera estrella por tercera vez, un récord en el concurso de La 1, antes de que los jueces dejaran a Benita y Mario al borde de la expulsión. Finalmente, fue la primera quien se tenía que despedir del programa a las puertas de la semifinal, momento en el que la vidente dio las gracias "a mis compañeros, al jurado, a Paula", al igual que "a la productora y a Televisión Española por admitir con tanta categoría la diversidad".