La noche del lunes 4 de marzo, 'Bake Off: Famosos al horno' alcanzó su novena entrega, una semana después de que Terelu Campos fuera la expulsada. Una entrega que arrancó con los seis concursantes restantes obteniendo unos muy flojos resultados por lo que recibieron un toque de atención del jurado que obtuvo sus buenos resultados: ninguno de ellos fue expulsados, tras bordar los otros dos retos.
El programa arrancó con una prueba de autor por equipos, en la que cada miembro debía elaborar una tarta con distinto sabor, para después formar una nueva con seis porciones, dos por concursante. Como repostera estrella, Alba Carrillo se llevó el puesto de capitana y eligió a Patxi Salinas como su rival. La colaboradora escogió trabajar con Ana Boyer y Blas Cantó, mientras que el exfutbolista eligió a Pablo Puyol y Rocío Carrasco. A pesar de sus esfuerzos, ambos equipos decepcionaron al jurado al fallar incluso "en algo tan básico como la nata montada": "Hay un empate, pero es un empate malo, malísimo".
Los concursantes y el jurado de 'Bake Off: Famosos al horno' en el programa 9
Dado el desastroso resultado del primer reto, el jurado penalizó a los concursantes quitándoles los electrodomésticos y utensilios modernos, salvo el horno. Todo ello para replicar una tarta de castañas, con una receta del siglo XVIII, cuyo merengue incluso flambearon con cerillas. "Después de la prueba anterior, que has sido bastante decepcionante, os habéis superado y habéis logrado todos la tarta que se os había pedido. Están todas muy parecidas, pero hay una que me ha gustado un pelín más", manifestó Eva Arguiñano, en nombre del jurado, que coronó el trabajo de Patxi como el mejor, por muy escasa diferencia.
"Nos os relajéis"
Para cerrar la noche, los concursantes se enfrentaron a la prueba fantasía, en la que debían elaborar una tarta de tres bizcochos y dos rellenos, cuya decoración debía estar inspirada en uno de sus pintores o cuadros favoritos. Un reto en el que Cantó y Boyer destacaron con sus respectivos trabajos. "Habéis hecho un trabajo maravilloso", valoró el jurado, el cual destacó ambas tartas tanto a nivel decorativo como gustativo, antes de otorgar el delantal de pastelero estrella a Cantó, quien se convertía en el único concursante en lucirlo dos veces.
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Los jueces procedieron a convocar a Salinas y Carrillo, para lo que apuntaba a ser una expulsión, pero se limitó a convertirse en un susto tras elogiar sus postres en los dos últimos retos. El jurado llamó entonces a Carrasco y Puyol, los únicos que faltaban, de quienes destacaron su evolución antes de desvelar que no habría expulsado esta semana. "Ha sido una valoración la mar de estresante, porque la primera prueba fue muy débil, en la segunda todos muy parecidos y, en la tercera, habéis hecho unas tartas que son muy bonitas y vamos, felicitaciones. Nos ha costado", confesaron los jueces, quienes advirtieron ante el estallido de alegría que "no os relajéis".