'Bake Off: Famosos al horno' sumó su sexto programa la noche del lunes 12 de febrero, una semana después de la expulsión de Julio Salinas. Una entrega con dos nuevos retos, inspirados en el Día de San Valentín, con los que el jurado anunció la marcha de Yolanda Ramos tras entregar el delantal azul a Marc Clotet.
La prueba técnica consistió en elaborar una tarta "Valentina", inspirada en el amor, creada por el juez Damián Betular, con forma de rosa y distintas elaboraciones para su preparación, desde una confitura de membrillo hasta una mousse de queso. Un desafío que puso contra las cuerdas a Alba Carrillo quien, para pesar del jurado, fue a parar al último puesto al presentar un trabajo perfecto, pero sin acabar. "Todos estáis del seis para arriba", aclararon los jueces, de hecho, antes de emitir su ranking, que dejó a Patxi Salinas, Terelu Campos y Ramos en octavo, séptimo y sexto lugar, respectivamente.
Los concursantes de 'Bake Off: Famosos al horno' en el sexto programa
Al hablar del podio, el jurado dejó claro que los tres primeros puestos estaban marcados por "diferencias en los pequeños detalles" que dejaron a Ana Boyer en tercer lugar, mientras Clotet pasó a ocupar el segundo cuando los jueces proclamaron el trabajo de Rocío Carrasco como el mejor de la prueba. Los concursantes pasaron entonces a enfrentarse a la "prueba fantasía", de nuevo centrada en San Valentín: debían preparar dos tartas que se complementasen, con el gran amor de sus vidas como temática, formadas por dos bizcochos del mismo tamaño, al menos uno de ellos relleno.
"Esta experiencia ha sido muy loca"
Clotet se llevó el delantal azul de mejor pastelero al presentar dos tartas con forma de maceta, una con semillas y otra con plantas, en honor de su novia. "Muy buena idea", elogió el jurado, que dejó a Blas Cantó rozando la preciada prenda, con una tarta dedicada a su abuela que falló en el equilibrio de sabores pero estuvieron "estéticamente correctísimas". En el lado contrario, el jurado puso en la cuerda floja a Carrillo, Ramos y Campos, quien fue la primera salvada tras presentar un trabajo en honor a su hija y su madre, con bizcochos "muy densos" y muchos fallos al usar la manga.
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Carrillo se libró finalmente de la expulsión con unas tartas dedicadas a su hijo, en las que fallaba la decoración, "pero a nivel gustativo está espectacular". Mientras, Ramos se convertía en la sexta expulsada con unas tartas que dejaban mucho que desear a nivel estético, además de que incluían un relleno que "no está mal" y un bizcocho que era "el gran problema". "Esta experiencia ha sido muy loca", confesaba la humorista, al resumir su experiencia, de la que se despidió dando las gracias a los jueces "porque sois superamables, respetuosos con nosotros, ya hagamos un truño o una obra de arte".