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Uno de los momentos televisivos más recordados por los espectadores de Telecinco fue la confirmación de aquella "noche de amor" entre Bárbara Rey y Chelo García-Cortés. Con lágrimas de por medio y altibajos en la tonalidad vocal, ambas sorprendieron a la audiencia de 'Sálvame deluxe' durante noviembre de 2011. Casi diez años después, 'Mi casa es la tuya' fue el escenario perfecto para volver a recordar ese momentazo, aunque no de buen agrado por una de las partes.
Bárbara Rey y Chelo García-Cortés, en 'Mi casa es la tuya'
La exvedette prosiguió con su relato de anécdotas de la época en la ciudad catalana y "una noche con Encarna Sánchez", haciendo una pausa para que la colaboradora de 'Sálvame naranja' contase algo inesperado: "Mi padre, una vez en su vida, me preguntó si era verdad que yo había tenido relaciones con una mujer. Le dije que sí, pero nunca le nombré a Bárbara. [...] Mi padre estaba loquito por ella", comunicó. Asimismo, la calificó como una mujer "especial".
Su fracasado idilio con Bigote Arrocet
Bárbara Rey tocó diferentes momentos vitales, confesando que se encontraba "fenomenal" en el momento de la entrevista. Sin embargo, era necesario hacer hincapié en su inesperado idilio con Bigote Arrocet. En este caso, el dicho popular "la cara es el espejo del alma" cuadraba a la perfección con el gesto que la vedette esbozó: "Yo creí que podía ser porque, con su edad y la mía, pues podíamos a lo mejor y tal...", relató. A continuación, le lanzó un tibio reproche a modo de consejo: "Es su mundo, es su vida. Creo que, para la edad que tiene, tendría que [...] darse cuenta verdaderamente quién merece la pena y quién no".
Los malos tratos que sufrió a manos de Ángel Cristo
El formato de Proamagna también trató uno de los asuntos más delicados de la vida de la entrevistada. Cuando Bertín Osborne quiso conocer los motivos de su ruptura con Ángel Cristo, Bárbara tuvo clara la respuesta: "Malos tratos", confirmando que se dieron "desde el principio". Asimismo, no le tembló la voz para reiterar los problemas de alcohol, aunque su "mal carácter" se habría incrementado a consecuencia de la "droga".
La entrevista iba avanzando y sus declaraciones eran cada vez más duras: "Le daba droga a su hija porque, la que él le daba, era mejor que la que ella podía encontrar", expuso, ante la estupefacción e indignación de Osborne. "Y nadie me defendió nunca ni defendió a mi hija", reiteró instantes después. Sin embargo, confesó no haberse enterado de este asunto hasta que Sofía Cristo ingresó en una clínica diez años después de los hechos.