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Un día después de que salieran a la luz las primeras y polémicas declaraciones de Ángel Cristo, primogénito de Bárbara Rey, en contra de su madre, 'Vamos a ver' quiso saber cómo se encontraba la vedette. Fue entonces cuando, de la mano de Isabel Rábago, Rey dejó claras sus intenciones, a menos de cuarenta y ocho horas de que se emitiera la entrevista íntegra en el estreno de 'De viernes'.
"Bárbara está, desde que se anuncia públicamente que va a haber esa entrevista, absolutamente destrozada", manifestó la colaboradora del programa de Telecinco, a lo que añadió que la vedette estaba "como yo hacía muchísimo tiempo que no la veía y que hasta desconocía". "Tiene un mensaje muy claro: 'Me da exactamente igual lo que diga mi hijo, pero no voy a hablar de las palabras de él'", trasladó Rábago.Isabel Rábago habla del estado de Bárbara Rey en 'Vamos a ver'
La colaboradora señaló de Rey que "te lo dice con un dolor que sorprende" e incluso adelantó de la entrevista que "va a ser dura no, durísima. Contra su madre y contra su hermana. No vamos a poner algodones". "Dicho esto: él habla de infierno. Pues cuando uno se sienta en un programa de televisión, tiene que tener, cuanto menos, sus problemas resueltos. Todos sus problemas. Porque si no, conoceremos, a lo mejor, dónde estaba realmente el infierno y quién era realmente su protagonista", lanzó Rábago, con rotundidad.
Una entrevista por dinero
Casi dos horas después, las cámaras de 'Vamos a ver' captaban a Rey en una calle de Marbella, donde constató la intención que Rábago ya había anunciado: "Os lo agradezco, pero no voy a decir absolutamente nada. Os lo digo para que no perdáis el tiempo, gracias". Todo a raíz de una entrevista que, como explicó Pepe del Real, se habría producido por "una deuda por una pensión de manutención que no está pagada a la mamá de su hija". "Por dinero está hablando y por dinero sería capaz incluso de atribuirle a terceras personas la paternidad de su hermana", aseguró el periodista.