La actriz Bella Thorne se suma a la larga lista de víctimas de sextorsión. Así lo ha confesado a través de su cuenta de Twitter, en la que ha relatado que un pirata informático entró en su ordenador y robó unas imágenes personales donde aparecía desnuda de torso para arriba, con el fin de obtener rentabilidad económica a cambio de no publicarlas. Finalmente, las imágenes han terminado por ver la luz, pero no a mano del hacker, sino de la propia Thorne, que las ha publicado en la misma red social para poner fin a la situación. Además, ha querido mandar un claro mensaje al delincuente: "Que te jodan".
"Estas últimas 24 horas, he sido amenazada con mis propios desnudos. Me he sentido repugnante, observada. He sentido que alguien cogía algo mío, que yo solo quería que lo viera una persona especial", narraba la actriz. "Durante mucho tiempo, he dejado que un hombre tuviera ventaja sobre mi, pero hoy puedo dormir sabiendo que vuelvo a tener el control. Aquí están las imágenes con las que he sido chantajeada. En otras palabras, aquí están mis tetas", terminaba por decir la que fuera una estrella Disney.
Con esas palabras, Thorne también recordaba los abusos sexuales de los que fue víctima desde su infancia hasta los 14 años, los cuales denunció en plena ebullición del #MeToo, también a través de su cuenta de Instagram. "Abusaron de mí sexual y psicológicamente. Una y otra vez esperé para detenerlo y finalmente lo hice", narró la actriz, que también quiso dejar muy claro que en este episodio "Disney no tenía nada que ver".
Terminar con el problema
Las redes sociales han provocado esta nueva variante de delito informático, la sextorsión, en el que una persona es chantajeada con su propio material íntimo, a cambio de dinero o favores sexuales. España ha vivido en estos últimos meses un caso relacionado, que ha traído este problema de manifiesto y que ha evidenciado todo lo que queda por avanzar en esta materia.
Se trata del caso de la trabajadora de IVECO, que se quitó la vida por no soportar la presión a la que estaba sometida después de que un vídeo suyo íntimo viera la luz. Ahora, se investigan las posibles consecuencias legales que esto puede tener, ya que el Código Penal (artículo 197.7) castiga el sexting, una variante de la sextorsión, con prisión de tres meses a un año o multa de hasta doce meses.
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En este último caso, se persigue a quien, sin autorización, "difunda revele o ceda" a terceros imágenes o grabaciones, aunque sean obtenidas con el consentimiento de la víctima. En el caso de Thorne, las consecuencias son más graves. De hecho, la propia actriz avisa en su mensaje: "Por cierto, el FBI pronto estará en tu casa".