'La Casa del Dragón' cuenta con numerosos saltos temporales, cambios de actores y eventos familiares que no llegan a aparecer en pantalla por falta de tiempo, especialmente los nacimientos de la mayoría de los niños. El propio autor de "Fuego y sangre", George R.R. Martin, se ha lamentado de que la serie no tenga unos cuantos episodios más por temporada, para así poder incluir todos los eventos elididos. Si bien la boda de Alicent y Viserys ya fue omitida en el lapso entre los episodios 2 y 3, otra boda real ha tenido lugar sin que la veamos, y la serie la ha comunicado con tal elegancia y sutileza que los espectadores más distraídos podrían no haber atado cabos.
El episodio 8 de la primera temporada incluye una escena en la que Alicent recrimina a su primogénito, Aegon, la violación de una criada, recordándole que está casado. En ese momento, Helaena Targaryen entra en la alcoba y menciona a sus hijos. Algún seguidor despistado pudo no advertir la conexión: Aegon está casado con su hermana, Helaena, una costumbre incestuosa común entre los Targaryen con el fin de mantener su sangre pura. Analizando la cena familiar del episodio 8 bajo esta óptica, la primera ofensa pública antes de que se desatara la pelea fue del lado de Rhaenyra: su hijo JacaeJacaerys sacó a bailar a Helaena sin pedir permiso a su marido, un gesto muy irrespetuoso en el universo de la serie y que en libro original es expuesto como un ataque directo.
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Lo que explicita 'La Casa del Dragón', sobre todo en el noveno episodio, es la distancia entre Aegon y Helaena. En una de las primeras secuencias del penúltimo capítulo de la temporada, Alicent va en busca de su primogénito, que no se encuentra en compañía de su esposa. Junto a ellas podemos ver a los pequeños Jaehaerys y Jaehaera Targaryen jugando. Mientras tanto, su padre está en paradero desconocido tras una de sus habituales noches de juerga, que termina en un evento masivo que cambiará para siempre la historia de Poniente.