Las 12 temporadas de 'Bones' han llegado todo el mundo y han sido repuestas innumerables veces en toda clase de canales y plataformas. No obstante, puede que no todas las veces la venta a estos terceros por parte de Fox, productora de la serie, fuese legal, como ha concluído un tribunal de arbitraje jurídico que estima el daño hecho por la productora en 179 millones de dólares, tal y como informa Variety.
Emily Deschanel y David Boreanaz como Brennan y Booth de 'Bones'
Esta gigantesca cantidad debería ser abonada por la compañía a los productores de la serie que son participantes en beneficio de la misma. Entre ellos se encuentran Emily Deschanel y David Boreanaz, actores protagonistas de la serie, pero también el productor ejecutivo Barry Josephson y la autora de los libros originales, Kathy Reichs. Sus reclamaciones se remontan a 2015, cuando la serie todavía estaba en emisión, pero de momento no van a recibir ninguna suma, ya que Fox ha recusado el arbitraje y llevará el caso a los tribunales.
La disputa surge por una acusación de "falso testimonio" hacia Fox para encubrir una "conducta inapropiada" que habría llevado a cabo. Dicha conducta consistiría en la venta de las licencias de 'Bones' desde Fox como productora tanto a su propio canal como a Hulu por un precio menor al del mercado. Con ello, encubrían la rentabilidad real de la ficción ante los participantes en beneficios, generando una diferencia entre el valor real de la serie y lo percibido por estos, que es lo que se le reclama ahora.
Disney evita salpicarse
El encargado del arbitraje, Peter Lichtman, ha acusado directamente de dirigir esta operación a altos ejecutivos de Fox como Gary Newman, Peter Rice y Dana Walden. Precisamente estos dos últimos han sido designados por Disney para integrarse entre sus puestos directivos tras la fusión entre ambas compañías que se está llevando a cabo. De momento, el CEO de Disney, Bob Iger, ha declarado que tiene "total confianza" en ambos.
"Disney no está involucrada en este arbitraje, y entendemos que la decisión está siendo estudiada y dejaremos que sean los tribunales quienes sentencien sobre la materia", ha declarado un prudente Iger sobre la que podría ser una de las demandas de este tipo con una multa más alta en la historia de la televisión. Una de las cifras más altas la tuvo que pagar precisamente Disney, al tener que dar 319 millones de dólares para los productores del concurso 'Who Wants to Be Millionaire'.
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¿Detonante del final?
Teniendo en cuenta que esta polémica saltó poco antes del final de la serie, que se produjo en 2017, es posible que haya tenido que ver con tan precipitada despedida. Al fin y al cabo, la duodécima temporada en que terminó la serie fue la más corta, y el propio creador, Hart Hanson, afirmó que no pudo haber hecho el final que él habría querido.