Borja Prado ha decidido abandonar su puesto de Presidente de Mediaset España. El ejecutivo no ve con buenos ojos la línea editorial que está tomando el grupo de comunicación en su reformulación y esto, sumado a su pérdida de poder, le han llevado a tomar esta decisión que ocurrirá durante este mes de diciembre de 2023.
Mediaset España se encontraba dividida en dos por las discrepancias entre Borja Prado, por un lado, y Alessandro Salem y Massimo Musolino, por otro. Finalmente, esta guerra interna ha acabado con el sustituto de Alejandro Echevarría anunciando su dimisión, según informa El Economista. Cabe señalar que Mediaset le habría pedido que se replanteara su decisión, puesto que buscarle un sustituto sería tarea complicada, pero Prado no habría aceptado. El grupo de comunicación quería que sus funciones se limitaran a lo estrictamente institucional, como ocurría con su antecesor, algo en lo que el ejecutivo no estaba de acuerdo.Borja Prado en la junta de accionistas de Mediaset España
El presidente de Mediaset llegó a su puesto en febrero de 2022 y unos meses más tarde se anunció que asumiría labores de apoyo y colaboración a la línea editorial de los programas informativos. Sin embargo, en junio de 2023 quedaba relegado de estas funciones, mientras que Alessandro Salem aunaba todo el poder. Este cambio de roles coincidió con el fallecimiento de Silvio Berlusconi, y es que, tal y como indica el citado medio, el compromiso de Borja Prado era con él, no con su hijo Pier Berlusconi.
Giro en los informativos
Pese a que Borja Prado fue capaz de realizar la fusión con Media For Europe (MFE), los hijos de Berlusconi mostraron su preferencia por Alessandro Salem, momento en el que comenzó a acrecentarse el disgusto del presidente del grupo. Tras retirarle las funciones relativas a los programas informativos, Mediaset España ha decidido darle un giro a estos al fichar a Francisco Moreno como director de esta área. En una línea similar, la jubilación de Pedro Piqueras se produce con la incorporación de Carlos Franganillo. Ambos rostros están alejados de la polarización política, con una marcada defensa de la televisión pública y de la imparcialidad, una línea editorial alejada de la que buscaba el ya dentro de poco expresidente de Mediaset.