En los últimos años, el movimiento #FreeBritney (que se desglosó en el reciente documental 'Framing Britney Spears') se ha convertido en un habitual de las redes sociales, diversos programas de televisión e incluso manifestaciones de seguidores de la cantante en Estados Unidos. Desde el año 2008, la legendaria cantante y personalidad televisiva Britney Spears vive bajo una tutela en la cual es su padre, Jamie Spears, la persona encargada de controlar su vida, sus decisiones, y también todos sus aspectos económicos y financieros. El 23 de junio, y después de 13 años, Britney habló por primera vez de esta situación en una vista ante la jueza que exigió ella misma.
Britney Spears en la presentación de su cancelado show "Domination" en 2019
La legendaria artista confirmó las sospechas de muchos: desde hacía años, había sido obligada a trabajar, sin capacidad alguna para decidir lo que quería hacer o no, sin tener, además, acceso al dinero que ella ganaba. "No tiene sentido que una persona bajo una tutela legal gane dinero", denunció Spears. Además de lo ya sospechado, la cantante reveló detalles como el hecho de que, desde hace años, quiere casarse con su pareja y quiere tener un hijo, pero sus custodios legales no se lo permiten. Llegó a asegurar que lleva un DIU en contra de su propia voluntad, y que no podría quitarse sin permiso.
"Quiero recuperar mi vida"
La exjueza de 'The X Factor' afirmó que fue forzada a realizar la residencia de conciertos que mantuvo en Las Vegas durante años; un duro trabajo que le exigía duras jornadas de trabajo diario. Spears aseguró que, debido a su resistencia y a su negativa a seguir realizando estas actuaciones, sus custodios y su médico le quitaron la medicación que llevaba tomando 5 años y la sustituyeron por litio. "Es un medicamento muy, muy fuerte comparado con lo que tomaba. Me sentía borracha, no podía tener una conversación", aseguraba.
La cantante aseguró estar cansada de que le hicieran "trabajar en contra de mi voluntad, quitándome mis pertenencias, mi tarjeta de crédito, mi dinero, el teléfono, mi pasaporte, y haciéndome vivir en una casa en la que trabajo para las personas que viven conmigo". "Quiero recuperar mi vida. No estoy aquí para ser la esclava de nadie", afirmó la artista, que también reveló que "honestamente, quiero denunciar a mi familia".