'Bruja Escarlata y Visión' se aboca a su desenlace. La primera serie de Marvel Studios para Disney+ nos ha embarcado en un desconcertante viaje desde que se estrenara hace mes y medio, y su penúltimo capítulo ha tratado de echar el freno al ecléctico tono tragicómico para indagar en su origen de una manera más sosegada. De ahí que nos encontremos con la entrega más larga hasta la fecha -de unos 40 minutos de duración si descontamos los créditos finales-, que invoca el espíritu de Ingmar Bergman y sus socorridas "Fresas salvajes" para enfrentar a Wanda con los momentos más determinantes de su existencia.
Antes de retrotraernos al pasado de Wanda, la serie da un salto temporal mucho más radical para llevarnos a finales del siglo XVII. En concreto, despertamos en la oscuridad de un frondoso bosque de Salem en 1693. En vez de encontrarnos con el personaje de Elizabeth Olsen, es Agatha Harkness la que hace acto de presencia. Una rejuvenecida Kathryn Hahn está a punto de ser quemada vida por haber traicionado a su aquelarre de brujas, pero lo que no saben sus verdugas es que su poder es mucho mayor que de ellas. Con esta secuencia se deja claro que Agatha lleva un tiempo merodeando por la Tierra y que es toda una especialista en el terreno de la brujería. Sin embargo, en todos esos años no había visto nada parecido a lo que ha hecho Wanda en Westview, así que tras atraer a la joven a su sótano le obliga a mostrarle los detonantes que le han llevado a esta ilusoria situación actual.
Agatha y Wanda emprenden un complicado viaje
Piezas del pasado
La primera puerta que atraviesan es la que conduce al salón del hogar de la infancia de Wanda. Mientras las bombas caían del cielo de Sokovia, el piso de los Maximoff se mantenía como una suerte de búnker que ya era una ilusión en sí mismo: tanto Wanda como Pietro y sus padres hablaban en inglés y el patriarca trataba de paliar el estrés de la guerra trayendo packs de sitcoms. En esos momentos, a pesar del reguero de sangre que fluía por el asfalto, la familia era feliz... Hasta que uno de esos proyectiles impactó en el apartamento y se cobró la vida del padre y la madre de Wanda, que se escondió bajo la cama junto a su hermano durante dos días sin perder de vista el misil de Stark Industries, clavado a un par de metros, que no se decidía a explotar.
"Vengadores: La era de Ultrón" ya había mencionado aquel instante como el punto de fricción entre los hermanos Maximoff y Tony Stark y el resto de los Vengadores, pero no se hizo alusión a la pasión de la familia por las sitcoms, que da sentido a que Wanda haya asumido el tono de esas series para dar forma a su propia realidad. Al fin y al cabo, como la propia hechicera reconoce más adelante a Visión, en ese tipo de ficciones la gente no sufre daño. Por eso se refugia ahí, para huir del traumático bagaje que la ha dejado marcada de por vida.
Los pequeños Pietro y Wanda ven la televisión en Sokovia
Conexión infinita
Otro evento que ya conocíamos pero que no habíamos llegado a atestiguar era el paso de Wanda por las instalaciones de HYDRA, donde se expuso a la Gema del Infinito del Cetro de Loki para despertar unos poderes que ya se encontraban latentes. A la espera de que se desatara su verdadera naturaleza, Wanda siguió empapándose de sitcoms estadounidenses en la celda de aislamiento de la organización terrorista. Después, cuando su hermano ya había fallecido y se encontraba en un auténtico pozo de desesperación abrazó de nuevo la comedia televisiva para ahogar sus penas, aunque realmente fue Visión quien la salvó de ahogarse en la pena.
Tras demostrar su capacidad camaleónica para adaptarse a los constantes saltos de 'Bruja Escarlata y Visión', Olsen finalmente tiene la oportunidad de brillar de manera genuina en esa escena compartida con Paul Bettany, que sirve para mostrar el nacimiento de su profundo y sincero vínculo. Precisamente es ese momento el que hace aún más doloroso ver a Wanda enfrentada con el cadáver (o los restos) de Visión, resguardados en las instalaciones de SWORD, donde Hayward está tratando de recomponer al sintozoide para conseguir un poderoso activo militar, aunque trata engañar a la bruja asegurando que el objetivo es desmantelarle.
Wanda y Visión se enamoran viendo 'Malcolm'
La magia del caos
Totalmente derrotada, Wanda acude a Westview, un pequeño pueblo de Nueva Jersey, y conduce hasta una modesta parcela que había sido adquirida por Visión para levantar un hogar junto a ella. Ante ese espacio, que se encuentra tan vacío como ella misma, la bruja desata su magia para levantar esa realidad paralela que conocimos en el primer episodio, devolviendo a la vida, en cierta medida, a Visión. Tras presenciar esto, Agatha tiene la información suficiente como para reconocer el potencial destructivo de Wanda, por lo que mantiene atrapados a Tommy y Billy en un enfrentamiento final en el que saltan chispas entre ambas. No obstante, antes de dar rienda suelta a los créditos, Agatha por fin bautiza a Wanda como Bruja Escarlata, título del que es poseedora por dominar la magia del caos. Además, en una escena anterior se llega a mostrar el icónico traje de la bruja de Marvel, aunque en aquel momento se presenta como una mera visión.
Lo más leído
Y hablando de visiones, la serie vuelve a incorporar una impactante escena postcréditos que nos lleva a las afueras de Westview. Ahí se encuentra el auténtico antagonista, Hayward, que ha conseguido capturar la energía de la Gema de la Mente emanada por Wanda para resucitar a Visión. Por su pálida y amenazante apariencia, es evidente que esta versión del sintozoide interpretado por Paul Bettany no tiene nada que ver con la amable faceta de su anterior encarnación. Se avecina un choque final muy doloroso, que pondrá a prueba una vez más a Wanda el viernes 5 de marzo, cuando podremos ver el desenlace de 'Bruja Escarlata y Visión' en Disney+.