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Los Mozos de Arousa siguen imparables cada tarde en 'Reacción en cadena'. El trío formado por Borjamina, Raúl Santamaría y Bruno Vila cosecha más de 230 programas en antena, algo que les ha valido para acumular un bote que ya supera los dos millones de euros. Con tantas horas en la pequeña pantalla en este primer año que llevan concursando, los gallegos se han convertido en personajes públicos. Sin embargo, en este tiempo también se han dado cuenta de las consecuencias negativas de la fama y de aquello a lo que han tenido que renunciar por participar en un programa diario.
Así lo ha expresado Bruno Vila en una entrevista a El Español, donde, además de hacer balance de la trayectoria de su equipo en este primer año en el concurso, se ha abierto en canal para contar cómo está viviendo en lo personal esta experiencia, de la que ha resaltado alguna que otra parte más negativa que se desconocía. Entre ellas, reconoce que las grabaciones del programa les han limitado mucho a la hora de compaginarlas con su vida cotidiana. Entre otras cosas, ha tenido que poner en pausa sus estudios de Derecho, que algún día le gustaría terminar.Los "Mozos de Arousa" en 'Reacción en cadena'
También ha tenido que posponer un curso de inglés en Australia, que ha aplazado en varias ocasiones por continuar en el programa. "En caso de que sigamos más tiempo, lo cancelaré definitivamente", confiesa. Algo similar le ocurre con los viajes, aunque con estos contrata "un seguro que cubra que al final no puedas ir".
Y es que, tal y como reconoce: "No nos esperábamos estar tanto tiempo en el programa. Pero estamos muy contentos porque al final eso significa que las cosas se están haciendo bien, que a la gente le está gustando y todos estamos contentos. Hemos superado todas nuestras expectativas. Siempre decimos que si tiene que llegar un equipo que nos gane y perdemos, al menos por fin cobraremos", bromea Vila.
El lado oculto de la fama
El aparecer cada tarde en Telecinco ha hecho que los Mozos sean reconocibles allá por donde vayan. Vila admite que la fama le ha dado "una mayor autoestima, amistades, dinero e independencia", pero también que le ha quitado su intimidad. "Antes, al de la mesa de al lado no le interesaba tu vida, pero ahora puedes encontrarte con alguien que sí le puede interesar y escucha toda tu conversación", expresa sobre esta parte negativa de la fama, de la que pone como ejemplo un molesto episodio que vivió en propia piel hace un par de días: "La semana pasada iba andando por la calle y alguien, desde un coche, una persona me grabó. Eso es desagradable".