Aunque no pasa siempre, Alberto Chicote está acostumbrado a tratar con personas en 'Pesadilla en la cocina' a quienes les incomoda su presencia y lo muestran a base de insultos, palabrotas y malas caras. En la entrega del 14 de noviembre vimos al cocinero visitar "A la parrilla", un restaurante en el que todos tenían una actitud más que cuestionable.
Antes de nada, una de las cocineras ya estaba a la defensiva declarando: "A mí lo que me diga Chicote me la bufa" y al ver que al presentador no le gustaban los platos que estaban presentándole, exclamó: "Está es un bar de carretera y no en el Ritz de Barcelona". Sin embargo, ella no sería la única que recibió sin ninguna gana la visita del famoso cocinero.
Uno de los camareros, Juanfran le "mandó a tomar por culo" a Chicote cuando este le dijo que no estaba haciendo bien su trabajo. Además, el jefe que estaba presente defendió a su empleado negando que hubiese dicho nada. A cámara, Juanfran definió al presentador como "una persona déspota que no tiene nada de educación" y que "si él trabajara tan bien estaría trabajando de cocinero, no estaría haciendo el indio por la tele".
Pero es que esta entrega sí que fue una auténtica pesadilla para Chicote por todo lo que tuvo que aguantar de los trabajadores. Después que los comensales aplaudieran al servirles sus platos tras una larga espera, la cocinera dijo que "la gente de Badajoz está sin civilizar (...) Solo comen sopa de sobre en su casa. Si vas al médico, esperas; si vas al teatro esperas... pues aquí también".
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"Hasta el coño de Chicote"
"Estoy hasta el coño del Chicote", seguía diciendo la camarera a la que el presentador le preguntó si todo le importaba un huevo. "Un huevo no, porque no tengo huevos", respondía ella, pero luego añadir a cámara: "Chicote me toca los cojones". Y es que para todo tenía respuesta, pues tras ser informada de que no le había echado nada de sal al huevo frito, ella se justificó así: "No le echo sal porque si alguien viene con hipertensión me lo cargo y me llevan a la cárcel".