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Can y Sanem, los protagonistas de 'Erkenci Kus: Pájaro soñador', comenzaron un lento proceso de reconciliación que culminó en el anterior episodio con ambos durmiendo en la misma cama. No obstante, la pareja por fin parece haber cerrado sus heridas o, al menos, de momento, al protagonizar un esperado momento para los fans de la telenovela: la pareja por fin se besó, un gesto que da esperanzas de que ambos por fin se reconcilien.
Can desenmascara a Yigit ante Sanem en 'Erkenci Kus: Pájaro soñador'
"¿Aún crees que este hombre es inocente y se preocupa por tu bien, Sanem?", cuestionó el fotógrafo, antes de instar a la protagonista a pensar en ello. Sin embargo, Sanem abrió por fin los ojos y no dudó en encarar a Yigit. "¿Cómo has podido hacer algo así? Esas cremas son mías, mi negocio. El tuyo es la editorial. Si no eres capaz de entenderlo, es mejor que no nos veamos", declaró la escritora, antes de concluir con una clara advertencia. "No vuelvas a meterte en mi vida nunca más", le soltó Sanem, antes de alejarse de Yigit quien, al ver perdida cualquier oportunidad de tener un futuro con ella, decidió marcharse a Canadá, no sin antes dejar una carta de arrepentimiento y de despedida para Sanem.
"No puedes dejarme otra vez"
Sanem y Can se besan en 'Erkenci Kus: Pájaro soñador'
Tras el tenso episodio con Yigit, Sanem no dudó en acudir a hablar con un Can abatido ante la posibilidad de que ella siguiera creyendo inocente al editor. "¿Por qué no confías en mí, Sanem? No lo entiendo. ¿Tanto daño te he hecho?", preguntó el fotógrafo, abatido. "Tu felicidad es mi felicidad, tus problemas son los míos", declaró Can, ante lo que Sanem afirmó que sí confiaba en él. "No me des la espalda, no te vayas. No puedes dejarme otra vez", le reprochó la escritora, cuando el fotógrafo se mostró incrédulo ante sus palabras.
"Quiero que no vuelvas a dejarme. Quiero que me prometas que nunca más volverás a dejarme, pase lo que pase", le pidió Sanem, ante lo que Can aseguró que "no pensaba irse a ningún sitio sin ella". Unas palabras tras las cuales la escritora se lanzó a darle un tierno beso en los labios que Can no dudó en responder, antes de que los nervios se adueñaran de Sanem y saliera corriendo, espantada por el movimiento tan atrevido que había hecho.