El verano no ha sentado precisamente bien a los colaboradores de las distintas versiones de 'Sálvame', con una guerra sin precedentes entre ellos. Precisamente, una de las batallas se libra entre Carlota Corredera y Kiko Matamoros, a consecuencia de los supuestos ataques que el tertuliano lanza hacia la conductora del programa surgidos a raíz de la emisión de 'Rocío, contar la verdad para seguir viva'.
Carlota Corredera y Kiko Matamoros
Los minutos pasaban y 'Sálvame naranja' entraba con su habitual cabecera, hasta que llegó el momento de hablar de Matamoros. Muchos espectadores se preguntarán qué es lo que le ocurre: "Hay muchas cosas que sé y que no puedo decir. También Belén Esteban [...] Te aseguro que el origen de su cabreo no soy yo", aseveró la periodista, ese día a los mandos del "cortijo".
Instantes después, lanzó un órdago al aire: "Si Kiko Matamoros tiene problemas en su vida, en la productora, en sus finanzas, en sus emociones o lo que sea, te aseguro que no es mi responsabilidad", sentenció. De esta manera estaría hablando de una especie de mecanismo de proyección, a través del que el colaborador expresaría sus pesares cargando contra ella.
Ante la expectante atención del resto de asistentes en plató, Corredera prosiguió en su particular análisis de la situación: "No estoy autorizada para decirlo, pero te digo que yo no soy su problema". Además, quiso apoyar su discurso, asegurando que Matamoros ha reiterado que "no tiene nada personal" contra ella, sino desavenencias de corte profesional.
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Rocío Carrasco podría ser el origen de este distanciamiento
La emisión de la docuserie de Rocío Carrasco se erige como el centro de todo este asunto: "Yo no soy Rocío Carrasco, yo soy Carlota Corredera", sentenció. Al momento, volvió a hacer una reflexión respecto a sus comentarios sobre la no existencia de debate en torno a los relatos de la hija de Rocío Jurado: N"o es una cuestión de pensamiento único, es que no hay debate. ¡No se cuestiona a una víctima!", concluyó.