El plató de 'Y ahora, Sonsoles' recibió el miércoles 9 de noviembre a Carmen Lomana, de nuevo, como parte del plantel de colaboradores del espacio a cargo de Sonsoles Ónega. La empresaria estuvo presente a lo largo de unos quince minutos, en los que Lomana hizo notar su presencia al protestar sin rodeos por el hecho de que contaran con ella para un único asunto de actualidad. Una queja por la que la presentadora le dio la razón, se disculpó con ella y se comprometió a solucionar el asunto de las sillas, dado el poco tiempo de programa con el que contaban para dar voz a todos los colaboradores.
Ónega dio la bienvenida a Lomana en el ecuador del programa, al iniciar la sección "La vida es bella", momento en el que la leonesa aprovechó para compartir una queja: "El público es adorable, me anima. Yo que estaba ahí aburridísima y digo: 'yo ya qué voy a decir, si ya lo han dicho todo'". La colaboradora confesó que "yo quería hablar de Carlos III, es mi debilidad", tras lo cual recibió los halagos por parte de la presentadora por lo guapa que se había puesto, antes de proseguir con el programa, centrado entonces en la reprimenda que un sacerdote dio a los vecinos de Topares, en Almería, en medio de la misa de los Difuntos, por la subida de las facturas de la luz o el agua.
Sonsoles Ónega aclara las cosas con Carmen Lomana en 'Y ahora, Sonsoles'
El asunto se abordó a lo largo de unos quince minutos, con un reportero en el pueblo protagonista incluido, tras lo cual Ónega dio por zanjada la sección con un recado directo hacia Lomana: "Carmen, has hablado muy poco. Tenemos que solucionar lo nuestro. ¿Qué hacemos?". "Para dar el paseíllo, no vengo", replicó la aludida. "No, es que, vamos a ver, quiero hablar con Carmen. Tiene razón. Me siento mal, sinceramente", confesó la presentadora, antes de que Miguel Lago le cediera su asiento cerca de la presentadora a Lomana, lo que no solventó la situación. "A mí me gustaría venir desde el principio a hablar, porque creo que tengo suficiente criterio como para poder hablar de todo lo que habláis aquí", valoró la empresaria.
"Me gusta hablar de cosas interesantes"
"A mí me da igual. Si estorbo, me voy, pero no voy a venir a hacer el paripé", dejó claro Lomana, por lo que Ónega decidió comprometerse "a arreglar esto del quinto invitado de 'La vida es bella'". "No sé qué voy a hacer, porque el programa es corto. De hecho, el gran tema de hoy que le gustaba a Olga Viza, el de cada cuánto hay que lavar las sábanas, no entra", desveló la presentadora, para decepción de la periodista. Ónega quiso dejar claro entonces que "todos sois importantes en este programa, pero hoy tengo que pedir disculpas a Carmen Lomana porque ha hablado muy poco. Y las cosas se dicen y no pasa nada"
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La presentadora dio paso a un vídeo tras el cual se la pudo ver cara a cara, a solas, con la empresaria, a quien manifestó que "lo he dicho porque he querido, porque tienes toda la razón". "Es que a mí me gusta mucho comunicar, me gusta la televisión y me gusta poder hablar de cosas interesantes, pero no darme un paseíllo", compartió Lomana, quien se mostró conforme con quedarse "feliz, en mi casa, aunque soy feliz aquí, pero siempre y cuando tenga algo interesante que decir". "Pues esto lo vamos a arreglar", le prometió Ónega, dando por zanjado el encuentro.