El lunes 8 de noviembre, 'MasterChef Celebrity 6' alcanzó su novena entrega en LA 1 de Televisión Española, en la que, tras una primera prueba en la que los aspirantes se despidieron de Arkano, se enfrentaron a una prueba grupal en la que Verónica Forqué repitió como líder tras conseguir el delantal dorado y, con él, la inmunidad. Un papel en el que la actriz volvió a demostrar una actitud déspota que terminó sacando de quicio más de lo normal a todos sus compañeros, hasta el punto de que Carmina Barrios rompió a llorar cuando la capitana añadió más sal a su trabajo e incluso arrojó a la basura algunas de sus elaboraciones.
Iván Sánchez consuela a Carmina Barrios en 'MasterChef Celebrity 6'
La insistencia de Forqué en intervenir en el trabajo de Barrios, hasta el punto de echar más sal cuando ella ya lo había hecho, terminó poniendo a la actriz al límite. "Ya está bien, no me hables, a lo tuyo. Por favor, dejadme tranquila", mascullaba Forqué, mientras Barrios recibía el cariño de Iván Sánchez, al romper a llorar al comprobar que el plato tenía un exceso de sal. "Con calma vamos, ¿vale? No te lo tomes en serio, que tú eres muy buena", trataba de calmarla el actor, con algunos besos y un abrazo. "Estamos increíble, esto es un remanso de paz", lanzaba David Bustamante, ante la llegada de Pepe Rodríguez, cuya cata al plato con "extra de sal" empujó a Belén López a preguntar al juez por su sabor, lo que provocó que se llevara un "mordisco" de su capitana. "¿Te quieres callar y ocuparte de lo tuyo?", soltó Forqué, quien criticó de su compañera que "es muy rebelde y me explica lo que tengo que hacer".
"No te voy a echar porque te adoro, pero ella es muy perfeccionista y lo quiere hacer todo bien, y no se fía mucho de mí, como es normal", concluyó la líder, algo que la aludida no dudó en negar. La tensión generada en torno a Forqué siguió aumentando a medida que avanzaba el tiempo. "Este pan está grasiento, hay que hacerlo otra vez. No me gusta, esto no sirve", declaró la intérprete, ante la frustración de Barrios, que vio cómo arrojaba su trabajo a la basura sin ningún pudor. "La voy a meter una, de verdad", confesaba la aspirante, quien en medio de su frustración tildó a Forqué de "hija de la gran puta" al tratar de explicar para qué servía lo que había desechado, antes de romper de nuevo a llorar. "Esto no es cocinar, esto es una prueba psicológica extrema para el ser humano", valoraba Juanma Castaño, sobre la capitanía de Forqué.
"No podemos más"
Los aspirantes de 'MasterChef Celebrity 6' dejan a Verónica Forqué a la deriva
La líder del grupo incluso llegó a tirar sin avisar las raspas de pescado en las que Belén López había trabajado, como parte de la elaboración, algo que negó cuando sus compañeros la acusaron de hacerlo. "Muy mal puestas, no se coloca en un papel hecho una mierda. Eso lo tenías hecho un asco", criticó Forqué, ante una compañera que, a pesar de respirar hondo, terminó estallando. "¡Estaban ahí esperando para abrirse!", gritó López, mientras su capitana la instaba a que no gritase, puesto que "un error lo tiene cualquiera", momento en el que firmaron una breve paz. "Si te llevas siete horas sacando raspas y espinas para luego freírlas y viene alguien y te las tira, te entra una gangrena por dentro", confesaba López, ante las cámaras del programa.
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La frustración de los aspirantes llegó hasta el punto de que, aprovechando las instalaciones del campamento, Bustamante y Castaño condujeron a Forqué a una de las canoas para dejarla a la deriva un tiempo, lejos de la cocina. "Hemos hecho un golpe de Estado, no podemos más", declaró Miki Nadal, quien tras la prueba criticó el hecho de que "desde el comienzo ha sido un sabotaje continuo a las elaboraciones", algo que la capitana no dudó en negar, sin entonar el "mea culpa" en ningún momento. "Para mí ha sido una experiencia muy fuerte, muy intensa", declaraba Forqué, perpleja ante las críticas de los jueces. "Pido perdón si he estado tan loca. Yo he intentado que no pierdan la prueba. ¿Qué pasa por un grito? ¿Es tan horrible", planteaba la intérprete, mientras sus compañeros admitían que "ha podido con nosotros la situación", lo que se había reflejado en la cocina.