Celia Villalobos, a destajo contra Pablo Casado por la crisis con Isabel Díaz Ayuso: "¡Es indigno!"

La guerra que se desató en seno del Partido Popular (PP) sigue dando mucho que hablar. De hecho, un buen número de militantes considerados "de primera fila" decidieron posicionarse a favor de Isabel Díaz Ayuso tras denunciar las presuntas investigaciones a su persona. Este ha sido el caso de Celia Villalobos, quien aprovechó su silla en 'Todo es mentira' para cargar sin paliativos contra Pablo Casado, el líder de la formación que se define como "centro-derecha".

"Yo soy defensora de que estos dosieres que te llegan de forma irregular...", comenzó exponiendo, mientras censuraba la procedencia de esa documentación que inculparía a la presidenta de la Comunidad de Madrid. "Si eso fuera cierto, eso es un vodevil", prosiguió Villalobos, con un tono de voz que iba in crescendo a la par que su enfado. Sin embargo, las palabras más gruesas llegaron instantes después: "Me da vergüenza, lo digo de verdad, es peor que una novela turca. ¡Esto es impresentable lo mires por donde lo mires!", sentenció.

Pese a que el resto de colaboradores que pensaban diferente intentaron meter baza, Celia continuó con su tajante alegato: "Pero bueno, por favor. ¿Tú sabes la cantidad de cosas que sabe un presidente de Gobierno y que calla?", reiteró, haciendo alusión a la "discreción" que implica un cargo de esas dimensiones. Por otro lado, quiso poner sobre la mesa la manera tan televisiva de hacer política, señalando que dista de ser en buenas condiciones: "¡Dónde diablos está!", señaló, en clara referencia a los modales tradicionales.

Un recado curioso: "¡Vete a tu casa!"

El temperamento de Celia Villalobos se caracteriza por no dejar títere con cabeza cuando lo cree necesario. Por eso, se apresuró a dirigirse al candidato popular a la presidencia del Gobierno: "Por favor, Pablo, vete a tu casa. ¡Es indigno que seas presidente de mi partido!", sentenció con dureza. Fue entonces cuando comenzó a ejemplificar por qué razón, bajo su opinión, el procedimiento que la Consejería de Sanidad madrileña siguió para la compra de mascarillas distaría mucho de ser algo ilegal.