El 7 de noviembre del año 2005 nacía Cuatro, un nuevo canal que daba comienzo sus emisiones despertando la curiosidad de todos aquellos espectadores que deseaban saber qué novedades podía aportar a la oferta televisiva ya existente. Con el afán de abrirse un hueco entre el resto de las televisiones generalistas, lanzó una oferta repleta de formatos en los que primaba la credibilidad y el entretenimiento. Productos como 'Callejeros', 'Supernanny' o 'Cuarto milenio' se convirtieron rápidamente en su seña de identidad, apelando a todo tipo de públicos.
En lo que respecta a las series, eligieron el eslogan "Las series eligen Cuatro", para demostrar que no querían olvidarse de la ficción y que llegaban con un amplio repertorio en el que se encontraban series como 'Friends', 'Alerta cobra', 'House', 'Entre fantasmas', 'Anatomía de Grey' o 'Rebelde Way', entre muchas otras. Además, tan solo cuatro días después de comenzar su andadura, la cadena ofrecía su primera ficción de producción propia, 'Chicas en la ciudad'. A ella se sumaron otras series como 'Suárez y Mariscal, caso cerrado', 'Corta-t' y 'Ke no!', de un corte más juvenil. Todas estas propuestas sentaron los precedentes de la cadena en cuanto a ficción se refiere y sirvieron para forjar su identidad, por lo que desde FormulaTV queremos retroceder en el tiempo para recordar cómo fueron las primeras series de Cuatro con las que intentó hacerse un hueco en el panorama nacional.
Series entre la ficción y la realidad
Protagonistas de 'Chicas en la ciudad'
Uno de los nexos en común entre las primeras series de producción nacional emitidas en Cuatro es la mezcla entre ficción y realidad con la que intentaron innovar para ofrecer un producto que se alejara de lo ya visto hasta entonces en televisión. Para comenzar, probaron suerte con 'Mujeres en la ciudad', un experimento poco convencional en el que en lugar de ofrecernos una serie al uso nos mostraron una especie de docushow. En concreto, en este proyecto audiovisual se mezclaba la ficción y la realidad para contarnos la vida de sus protagonistas, seis mujeres que viven en una gran ciudad y que tienen que hacer frente diversas situaciones provocadas por el equipo responsable. La ficción carecía de un guion desarrollado, pero eso no fue ningún impedimento para narrar historias sobre amor, hombres y sexo.
Algo parecido sucedía con 'Suárez y Mariscal', una ficción que mostraba el día a día de dos policías, una historia compuesta por tramas similares a las vistas en otras series del género policíaco, pero con la diferencia de que sus dos protagonistas no eran actores profesionales, eran agentes de verdad y pertenecían al Cuerpo Nacional de Policía. De este modo, Susana Suárez y Santiago Mariscal protagonizaban esta ficción formada por casos autoconclusivos, donde no tenían ningún tipo de guion con diálogos establecidos y solamente se utilizaban unas pequeñas pautas, lo que hacía que la serie se acercase a la realidad.
Elencos formados por nuevos rostros
Protagonistas de 'Suárez y Mariscal, caso cerrado'
Para sus nuevas series, Cuatro apostó por actores y actrices pocos conocidos por aquel momento o por utilizar a personas que no fuesen expertos en la interpretación como en el caso de los protagonistas de 'Suárez y Mariscal'. En la serie policíaca la intención no era otra que otorgar mayor veracidad a la historia empleando para ello personajes reales que hablaran y actuasen como si de su propia vida diaria y laboral se tratase. Igualmente, intentaron buscar el mismo efecto en 'Chicas en la ciudad', donde ninguna de las seis protagonistas era actriz profesional, sino que eran mujeres dispuestas a contar sus vidas ante las cámaras como si fueran personajes de una ficción.
En una forma de dar la oportunidad a nuevas promesas de la interpretación, tanto en 'Ke no!' como en 'Corta-t' sus protagonistas eran jóvenes actores y actrices que, en la mayoría de los casos, daban sus primeros pasos en el mundo de la actuación. Sin ir más lejos, Adrián Lastra, Bárbara Muñoz o Alba Alonso formaron parte del reparto de 'Corta-T', mientras que Carlos Rodríguez, Raquel López, Joel Bosqued, Araceli Budia y Luisber Santiago, entre otros, protagonizaron 'Ke no!'.
Series de corta duración y en busca de un público joven
Clara Vázquez y Alba Alonso en 'Corta-T'
Otro de los aspectos en común entre las primeras comedias que vieron la luz en Cuatro fue el público objetivo al que iban dirigidas. Utilizar actores y actrices noveles y con edades semejantes a las de sus personajes y ambientar las tramas en escenarios como un instituto, un parque o una sala de cine fueron estrategias seguidas para intentar fidelizar a un público nicho que, poco a poco, fuese degustando los productos del canal y aficionándose a ellos. Además, los protagonistas de estas primeras ficciones como 'Chicas en la ciudad', 'Ke no!' o 'Corta-T' se ajustaban a roles reales con los que los jóvenes espectadores podían sentirse identificados, un aliciente para llamar su atención y que se interesaran por estas nuevas producciones.
Hoy en día estamos acostumbrados a ver series que duran alrededor de 45 minutos o una hora y otras ficciones de 20 minutos aproximadamente de duración por episodios. Así pues, dependiendo del tipo de series quizá nos encontremos con capítulos más o menos largos, sin embargo, en los inicios de Cuatro quisieron elaborar ficciones de capítulos breves pero que consiguieran mantener al espectador atento a todo lo que sucedía. En 'Suárez y Mariscal' los protagonistas contaban con 24 minutos para resolver sus casos, una duración similar la que disponían en 'Corta-T' y 'Ke no!' para contar sus historias en cada episodio.
Quizá uno de los factores en común entre estas primeras series que nos ofreció Cuatro sea la escasa aceptación que tuvieron entre el público. Los inicios no son nada fáciles, pero la cadena quiso poner toda la carne en el asador ofreciendo producciones un tanto diferentes con las que intentar sorprender a la audiencia, pero no logró conquistar a sus espectadores con estas ficciones. La primera apuesta, 'Chicas en la ciudad', se estrenó en noviembre de 2005 por debajo del medio millón de espectadores, una cifra que descendió hasta los 193.000 espectadores en su capítulo final, emitido en febrero de 2006. Así pues, pasó de estar programada en pleno prime time de los jueves a quedar relegada al late. Las cifras prueban que esta mezcla entre ficción y realidad no cuajó del todo bien.
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