La fama ha terminado por pasar factura a uno de los participantes de 'La isla de las tentaciones'. Christofer Guzmán habría pedido la baja laboral por depresión ante el acoso que ha estado sufriendo en su puesto de trabajo desde que se comenzase a emitir el programa de Telecinco y Cuatro y se viesen unas imágenes de él corriendo desesperado por la playa gritando el nombre de su pareja, Estefanía.
Christofer en 'La isla de las tentaciones'
La noticia la daba el diario La Razón y más tarde se anunciaba también en 'Socialité', programa de la misma cadena que 'La isla de las tentaciones'. Sin embargo, en este último matizaban que un familiar cercano al joven había asegurado que se había cogido unos días de vacaciones. El último exponente de este acoso era un vídeo que se difundía en redes sociales en el que se escuchaba como un chico se acercaba a su lugar de trabajo para gritar entre risas: "Estefanía, Estefanía", todo en tono de burla. Finalmente, era uno de sus compañeros de trabajo quien tenía que echar a los acosadores.
Además, se habían publicado varias imágenes en las que se le veía con el uniforme del lugar en el que trabajaba y decenas de mensajes que avisaban del emplazamiento. No obstante, han sido más los tuits que han condenado las imágenes y, de hecho, varias de las personas que habían compartido el vídeo para condenarlo han optado finalmente por borrarlo, ya que, aunque su intención era buena, se contribuía a difundir el lugar.
Lo viral del "Estefanía"
'La isla de las tentaciones' ha sido todo un boom para Mediaset. Destinado en un primer momento a Cuatro, el formato de Cuarzo se emitía también en Telecinco ante la cancelación de 'GH Dúo'. Esto ha provocado que la difusión que tenga el programa sea mucho mayor, además de haber sabido captar la atención de la audiencia con una sorprendente maestría.
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El programa había utilizado el famoso momento de Christofer corriendo por la playa para promocionarse mucho antes de su emisión, lo que causó que la audiencia se impacientara cada vez más por ver el momento y se cebara cada vez más. Fue tal el furor que causó, que el grito llegó a colarse en 'OT 2020' y los Goya, pero la gracieta televisiva ha terminado por convertirse en una pesadilla en la vida real.