Las claves de la telenovela turca 'Elif', la historia de una niña rodeada de crueldad y desgracias

A mediados de mayo, Nova estrenó una de sus últimas apuestas turcas, 'Elif'. Una producción que fue emitida por primera vez en 2014 y que comparte una similitud esencial con 'Madre': la trama gira en torno a una niña que vive en un entorno hostil y se ve obligada a huir de él. En el caso de Elif, la enfermedad de su madre Melek (Selin Sezgin) y la amenaza de que su padrastro la venda a unos mafiosos para saldar sus deudas de juego, hacen que la pequeña acabe escondida por una amiga de Melek en casa de su padre biológico, Kenan Emiroglu (Altug Seçkiner), que desconoce el parentesco que existe entre los dos.

Con Isabella Damla Güvenilir como protagonista en el papel de Elif, la ficción cuenta la historia de la pequeña y su entorno a lo largo de cinco temporadas y más de 900 episodios, cuyo final se emitió a principios de junio de 2019 en Turquía. Unas cifras que la convierten en la apuesta turca más extensa que ha aterrizado en España hasta la fecha y que ha alcanzado más de 35 países cosechando grandes éxitos de audiencia. Por ese motivo, en FormulaTV recogemos algunas de las claves por las que 'Elif' consigue conquistar a los fans de las telenovelas.

Elif y Melek, dos rayos de luz en la oscuridad

La pequeña Elif y su madre son dos de los primeros personajes de la producción a quienes tenemos la oportunidad de conocer. Y la primera impresión no decepciona al espectador: encontramos a una madre dulce, cariñosa, que está aquejada por una enfermedad, y a quien su hija, de apenas seis años de edad, no duda en cuidar, ayudar y mimar. Una relación que deja claro desde el principio el fuerte vínculo que existe entre ambas y que las convierte en dos personajes a los que uno quiere seguir.

Dicha primera impresión no hace sino aumentar cuando ambas se muestran tan amables y educadas, sobre todo Elif, a pesar de su corta edad, y cuando uno descubre el entorno en el que viven, nada sencillo para dos personas que parecen ser demasiado dulces para él. No obstante, ambas parecen "pagar" un precio muy alto por su bondad: Melek vive subyugada a un marido abusivo, borracho y ludópata; mientras que Elif apenas es capaz de replicar ante las mentiras que se lanzan sobre ella o el abuso que sufre por parte de gente de su entorno. ¿Lograrán superar esos "silencios" y alzarse para impedir que las sigan aplastando? ¿Encontrarán la felicidad que se merecen, algún día?

Tugce y Arzu, la otra cara de la moneda

Frente a Melek y Elif, encontramos dos figuras prácticamente opuestas a ellas en todo: Arzu (Cemre Melis Çinar) y su hija Tugce, ambas seguras, orgullosas y ambiciosas. Sin embargo, mientras que Tugce es una niña rodeada de caprichos que ha de enfrentarse a la realidad de que Elif también se convierta en el centro de atención con su llegada a la casa y por ello trata de echarla con movimientos crueles, Arzu es toda una mujer cuya meta es apoderarse de todos los bienes de la familia de su marido Kenan. Y, para ello, demuestra prácticamente desde el principio que nada podrá pararla, hasta el punto de que no duda en mostrar un absoluto desprecio por Elif, una niña que acaba de llegar y a quien ni siquiera conoce.

Por desgracia para la pequeña, Arzu no tarda en encontrar razones de peso para despreciarla tanto como parece hacerlo su hija, convirtiéndola en una villana prácticamente desde el principio, a la que el espectador se ve empujado a observar con atención. ¿Hasta dónde llegará su odio hacia Elif y su madre? ¿Pagará algún día por todos los males que ha causado? No obstante, en cuanto a Tugce, si la dulzura de la hija de Melek consigue conquistar a gran parte de la familia, ¿logrará también ganarse a la hija de Arzu algún día? ¿Se convertirá Elif en una buena influencia para Tugce y la alejará del mal camino de su madre, o acabará siguiendo los pasos de esta?

Familias divididas

Mientras los miembros de la familia de Melek están sumidos en trabajos precarios y tratos con el juego, la de Kenan se encuentra rodeada de riqueza y lujos. Unas considerables diferencias que, sin embargo, no evitan que ambos entornos tengan algo en común: el hecho de que hay tanto bondad como maldad en ellas. El entorno de Melek y su hija Elif se ve contaminado por la presencia de Veysel, un hombre egoísta adicto al juego que no duda emplear la violencia. En cambio, la familia de Kenan cuenta con la presencia de Arzu, cuya ambición amenaza la paz de todos sus miembros, al igual que su fiel criada.

En lado opuesto, Melek y Elif cuentan con el apoyo incondicional de Zeynep, la hija de Veysel, que deja claro desde el principio la buena relación que tiene con su madrastra y su hermanastra, frente a la mala relación que tiene con su padre. En cuanto a la familia Emiroglu, tanto Kenan como sus hermanos Selim y Zeynep demuestran ser amables y cariñosos, algo que, sin embargo, no queda tan claro con su madre, Aliye, una mujer que se muestra más seria y estricta. ¿Qué lado de la balanza vencerá? ¿Conseguirán ambas familias librarse de sus "ovejas negras" y vivir en paz?

Toques de dulzura en un entorno cruel

Uno de los grandes atractivos de la telenovela turca 'Elif' es también el hecho de que las cosas no son nada sencillas para sus protagonistas. Un aspecto de la trama que ayuda a sentir empatía hacia los personajes a raíz de su sufrimiento, algo que uno espera que, en algún momento, llegue a su final. No obstante, un exceso de ese recurso quizás resultaría pesado para los seguidores de la telenovela.

En medio de tanta desgracia, uno puede encontrar momentos de cierto "alivio" gracias a la dulzura de personajes como Elif y lo que logra provocar en aquellos que los rodean, como ocurre con los empleados de la casa de la familia Emiroglu. Momentos al principio escasos, que mantienen la esperanza en las cosas puedan mejorar para la pequeña protagonista de cara al futuro, donde quizás quede lejos del alcance de personas con malas intenciones como Veysel o Arzu y pueda por fin reunirse con su madre.

Secretos, mentiras y traiciones

La historia de la pequeña Elif y su entorno resulta ser más complicada de lo que puede parecer en un principio. No solo por el hecho de que la niña sea hija de un hombre exitoso y con dinero, sino también por la curiosidad que despierta en el espectador en torno a la historia que Kenan compartió con Melek en el pasado. Es evidente que ambos llegaron a consumar su matrimonio, aparentemente llevado en secreto dado el hecho de que la madre del primero estaba en contra de su relación, y que ambos se querían, por lo que sorprende ver el rumbo que han tomado sus vidas varios años después.

¿Cómo llegó a terminarse dicha relación? ¿Por qué Melek nunca le contó a Kenan la existencia de su hija? ¿Y cómo llegó la madre de Elif a casarse con un hombre tan cruel como Veysel? Cuestiones que solo suponen la punta del iceberg y que invitan al espectador a seguir la historia a lo largo de los episodios, con el fin de descubrir qué se oculta tras la pareja, quienes están implicados en la historia y cómo afectara todo eso a la protagonista y su entorno. Especialmente cuando parece que Arzu, presentada como la "gran villana" prácticamente desde el principio, parece estar muy implicada en la separación de Kenan y Melek.

Una audiencia que no para de crecer

Además de las claves del éxito de 'Elif' mencionadas en los puntos anteriores, la telenovela turca cuenta con el respaldo de la audiencia en Nova. Desde su estreno a mediados de mayo, la producción ha conseguido cifras de audiencia variadas, pero que en general no han dejado de sumar seguidores a la historia de la pequeña Elif: ha logrado una media de 3% de share a lo largo de tres meses de emisión en Nova, al reunir hasta 361.000 espectadores de media. Unas cifras que, de hecho, lograron su máximo el 2 de julio de 2019, al conseguir un 3,7% de cuota de pantalla con 441.000 espectadores y que han conseguido hasta 0,5 puntos más por encima de la competencia directa de Nova en la franja en la que se emite 'Elif'.

Aun así, la audiencia media se ve ampliamente superada en Andalucía, Canarias y Murcia, comunidades que cuentan con la mayores cuotas de pantalla para la historia de Elif, que ocupa un 4,9% en la primera, mientras que en las dos últimas logra un 3,5%. En cuanto a la audiencia por edades y género, 'Elif' ha logrado conquistar a una audiencia mayoritariamente femenina (con un 4,0% frente al 1,7% de los hombres) y a los mayores de 65 años, que suponen el 3,7%. No obstante, las franjas de edad entre los 35 y 54 años tampoco se quedan muy atrás, al empatar con 3,2%. Cifras con las que Nova avala el hecho de que merece la pena seguir la historia de la pequeña Elif, especialmente con datos que no han parado de mejorar desde el estreno de la telenovela, emitida en la competitiva franja de la sobremesa.