En su llegada a 'First Dates' Eugenio parecía tener una filosofía clara ante las relaciones con las mujeres: nunca se había acostado con una la misma noche de conocerla y no le gustaba que tuvieran piercings o sectum. Es más, aseguró que el tema de los pendientes en la cara le bajaban la lívido. Hasta que llegó Tamara que, de golpe y porrazo, pareció derribarle todos sus esquemas.
Tamara y Eugenio en su cita en 'First Dates'
"Me gusta experimentar cosas nuevas. A mí el tema de las cuerdas, esposas, tapar ojos y boca me gusta bastante", aseguraba Eugenio entre bambalinas. "A mí gusta que me dominen. Soy sumisa pero al mismo tiempo soy activa. Me gusta moverme, hacer de todo pero siempre con ese punto que me marquen a mí", expresaba su cita, que empezaba a calentar el ambiente dispuesta a echar por tierra las estadísticas de Eugenio de no acostarse con alguien la primera noche. "No hables tan bajo porque me pones cachondo", le confesaba este.
"Puedo estar horas y horas comiéndote. No me voy a cansar. Y de todas las modalidades", afirmaba Tamara para sorpresa de su cita, que, totalmente sorprendido, solo pudo expresar un "¿Qué dices?". "Me han entrado calores solo de imaginarla ejerciendo su talento", confesaba este pidiendo un vaso de agua para calmar un poco el fuego interno.
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Asuntos pendientes
Sin embargo, no pudieron contener mucho las ganas de pasar a mayores y accedieron a una de las salas privadas del restaurante de 'First Dates', donde compartieron algunos besos y se arrimaron más. Un momento que tuvieron que frenar para tomar la decisión final que, como era de esperar, fue positiva por parte de ambos. Tamara y Eugenio parecían querer terminar lo que habían empezado. Aunque ya en una segunda cita, para suerte de las estadísticas de Eugenio.