El concurso público para renovar el Consejo de Administración de RTVE ha cometido graves fallos a la hora de estipular los plazos y requisitos de selección de los candidatos y sus baremos de evaluación no se ajustan a un cargo de gestión de una radiotelevisión pública. Estas son las principales conclusiones del Comité de Expertos que, pese a todo, defiende el proceso, apunta a "resultados satisfactorios" y rechaza una posible paralización e incluso un futuro regreso al modelo anterior.
Diego Carcedo, presidente del comité, Enrique Bustamante, Carmen Caffarel, José María Noguerol, Isabel Fernández Alonso y Francisco Sierra se dieron cita este martes en el Instituto RTVE para compartir sus impresiones sobre el proceso de evaluación de los candidatos en un debate en el que también intervinieron Enric Marín, Estefanía Jiménez, Antonio Folguera y Josep Lluis Micó. Ejercieron de representantes de los 17 miembros del Comité de Expertos que los partidos políticos designaron para reducir los 95 perfiles iniciales a los 20 elegidos finales.Representantes del Comité de Expertos
Incumplimiento de los plazos, publicación tardía de los requisitos, falta de tiempo para preparar planes de gestión necesarios para presentar las solicitudes, cambio de criterios... Todos ellos coincidieron en que esta "experiencia piloto" de concurso público ha cometido numerosos errores hasta el punto de tener en ocasiones "la sensación de que no había mucho interés en que saliera bien", reconoció Sierra. "Nos sentimos francamente desconcertados cuando se cambiaron los criterios", señaló Caffarel.
Más allá de la ejecución del concurso público, el sistema de calificación es objeto de gran parte de las críticas tanto del comité como de los candidatos. "Los baremos se ajustan a lo que decía la ley", indicó Carcedo para mostrar su disconformidad: "Todos estamos un poco descontentos con el contenido de la ley, con su forma y con los principios que establecía para evaluar la idoneidad de los candidatos". La opinión generalizada es que estos baremos se centran en calificar la formación y experiencia en el ámbito de la comunicación y deja de lado "otros muchos que en un grupo como es RTVE son muy importantes".
"Se fijan mucho en la comunicación, mucho menos en la programación, prácticamente nada en la técnica, desde luego muy poco en la administración y casi nada en la gestión", objetó el presidente, señalando que las "sorpresas" que se hayan podido producir sobre las evaluaciones responderán mayoritariamente a este factor. Aunque la calificación estaba en manos de los expertos, un grupo de letrados supervisaba el proceso y se aseguraba de que se ajustase al contenido de la ley, de manera que resultaba imposible salirse de lo marcado y premiar aptitudes adyacentes.
Un proceso sin marcha atrás
Francisco Sierra, José María Noguerol y Enrique Bustamante
"En cualquier lugar, y pese al halo de descrédito y suspicacia que generan todas las iniciativas que surgen del ámbito político, pienso que la labor del comité se ha desempeñado con honestidad y con limpieza", observó Estefanía Jiménez con independencia de la vocación tecnócrata del concurso público. Para abarcar la gran cantidad de perfiles se formaron grupos de trabajo que, mediante dos sorteos distintos, evaluaron por un lado los currículum y, por otro, los planes de gestión propuestos. Estos últimos fueron analizados desde el anonimato, sin conocer el autor de los mismos, y constituían el 30% de la puntuación.
El grupo emplaza ahora a los políticos a tomar una decisión en un plazo breve. "La Ley de reforma de 2017 se aprobó por unanimidad y, las normas del concurso, también", recordó Bustamante, quien ante la posibilidad de una convocatoria prematura de elecciones opinó que "habría que garantizar previamente que RTVE sea un espacio plural, independiente y de debate sin ningún tipo de manipulación". Los miembros presentes del comité desestimaron la posibilidad de que el proceso se paralice aunque cambie el Gobierno, hasta el punto de que Carcedo considera que solo un recurso ante el Tribunal Constitucional podría detenerlo.
Carmen Caffarel, Isabel Fernández Alonso y Diego Carcedo
"Creo que este concurso sienta un antecedente y por la propia presión social será difícil volver a un modelo anterior que para la sociedad en la que estamos ni es justo, ni adecuado en cuanto a las demandas de la población", insistió Sierra, animando a extenderlo también a otras televisiones públicas autonómicas. Sistemas similares son los que siguen tanto BBC en Reino Unido como otras instituciones como museos. "Hay muchos a los que les gustaría volver al modelo anterior", añadió Caffarel en referencia a políticos que no creen "en la independencia de la radiotelevisión española".
¿Debería participar la ciudadanía en el concurso público?
Dada la acumulación de errores, el comité confía en que el concurso público se perfeccione de cara a futuras renovaciones del Consejo. Una de las propuestas más interesantes que Caffarel, Fernández Alonso y Bustamante pusieron sobre la mesa es la posibilidad de que la sociedad civil forme parte tanto en las candidaturas como en la votación. Así, este último subrayó que en Alemania tan solo un tercio de los consejos de distintas instituciones culturales es elegido por los partidos políticos. El resto procede de asociaciones o sindicatos civiles, entre otros colectivos.
Bustamante concluyó que el Congreso tiene ahora a su disposición a 20 candidatos al Consejo de Administración de RTVE "de todas las ideologías" para garantizar la independencia del ente público. Los finalistas tendrán la oportunidad de presentar ante la Cámara sus proyectos de gestión antes de que se elijan a los diez nuevos miembros que den el relevo a Rosa María Mateo, entre los que se encontrará el nuevo presidente de la Corporación.