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'Better Call Saul' ha dictado sentencia con su último episodio. El cierre de la sexta temporada, que supone también el de la serie, ha culminado el complejo viaje de introspección de su protagonista, que fue presentado por primera vez en la segunda temporada de 'Breaking Bad'. En aquel momento, conocimos a un Saul Goodman avaricioso y totalmente inmoral, pero el spin-off nos ha permitido conocer a la persona que se escondía detrás de la superficial máscara.
El largo proceso de deconstrucción de Jimmy McGill, la auténtica identidad del abogado interpretado por Bob Odenkirk, ha sido orquestado tanto por Vince Gilligan como, sobre todo, por Peter Gould, que fue el encargado de introducir a Goodman hace trece años. Por eso, tras ver y procesar el emocionante desenlace, lo primero que hemos hecho ha sido rebuscar en las entrevistas concedidas por Gould al respecto, y aquí tenéis todas las claves que os ayudarán a comprender aún mejor lo que acabáis de ver.Saul vive su última transformación
¿En qué momento decidieron el final?
El título del episodio, "Adiós Saul", tiene múltiples lecturas. En primer lugar, la más obvia: no vamos a volver a este personaje. Sin embargo, también deja entrever la idea de que Jimmy ha vuelto a salir a flote, que finalmente se caen todas las caretas para manifestar su vulnerabilidad en un cierre más marcado por el sentimiento que por la acción. Pero, ¿cuándo empezaron a encajar estas piezas en la sala de guion?
"Nos hemos estado preguntando cómo acabar la serie desde siempre. No fue hasta la cuarta temporada que empezamos a tener la imagen de Jimmy McGill, en vez de siendo un abogado en el juzgado, siendo el prisionero. Se ha burlado de la justicia durante toda su carrera, así que se sentía que lo correcto era que ahora tuviera que defenderse a sí mismo y sufrir las consecuencias de sus acciones", detalla Gould a Vanity Fair, matizando que el rumbo de Kim fue más difícil de desentrañar: "No pasamos mucho tiempo pensando en matarla, porque muchos otros personajes habían muerto. En última instancia, esta serie trata sobre cómo vives con lo que has hecho, no sobre la muerte".
Esa distinción temática ha provocado que, como ha sucedido a lo largo de toda la serie, 'Better Call Saul' no haya querido imitar a 'Breaking Bad' en su final. "Saul se parece más a la gente que conozco. Está buscando. Está buscando significado. No tiene ese fuego encendido en su interior por su propia mortalidad llamando a la puerta, como sucede con Walt", expone Gould a The Hollywood Reporter, reconociendo también que ve el cierre como "optimista", pese a la condena que cae sobre Saul.
De hecho, las dos escenas finales subrayan ese sabor agridulce. En varias ocasiones se planteó que todo acabara con el momento compartido por Jimmy y Kim en la cárcel, fumando un cigarro como en el piloto, pero a Gould no le encajó terminar así. "Pensé que quizá no se sentía del todo correcto acabar con los dos juntos, porque no lo están de esa manera. Así que parecía adecuado separarles y también lidiar con la verdad de que está en la cárcel y lo va a estar durante un tiempo", añade el guionista y productor.
Gene se enfrenta a su final
¿Qué aportan los flashbacks?
La mayor parte del episodio está filmada en blanco y negro, pero hay ciertos vistazos al pasado que recuperan el color. "Este capítulo me transmitía la sensación de que era un poco como "Cuento de Navidad". Gene se convierte en Saul, y es visitado por tres fantasmas. Y cada vez que es visitado por uno de los fantasmas, te das cuenta de que este tío está atrapado en un bucle", asegura Gould a Rolling Stone.
Los fantasmas son Mike, Walter y Chuck, tres de las figuras más influyentes en Jimmy. En cada uno de los flashbacks, se refleja fielmente la naturaleza de cada uno de esos tres veteranos, mientras que el protagonista insiste en su huida hacia delante. "Gran parte del episodio trata sobre remordimientos y tener la voluntad de plantar cara a tus propios errores, y ser honesto contigo mismo acerca de ellos. Jimmy tiene dos conversaciones sobre el tema de la máquina del tiempo, una con Mike y otra con Walter. En ambos casos, se dirige hacia la verdad. Se queda a un paso de decir lo que le pasa realmente por la cabeza. Y entonces recula y empieza a hablar de algo trivial o algo fantasioso. Jimmy tiene miedo de adentrarse ahí, y no lo hace hasta el final del episodio", reflexiona Gould en declaraciones a Variety.
El leitmotiv de la máquina del tiempo estructura todo el episodio final, pero ha sido introducido antes. En la primera escena de la temporada, la del registro, ya veíamos una copia del libro de H.G. Wells en casa de Saul, así como en la mesilla de noche del piso que compartía Jimmy con Kim. "Invita a pensar que de alguna manera esa copia de "La máquina del tiempo" se abrió paso desde Chuck hasta Jimmy. Y que Chuck estaba leyendo el libro, y quizá teniendo sus propios remordimientos", especula Gould al respecto, describiendo a ambos hermanos como "barcos en la noche", ya que son incapaces de verse en un momento en el que se podría haber producido un acercamiento revelador.
Por su parte, Mike "está siendo honesto" en su flashback, como señala Gould, mientras que la dirección tomada por Walt, que ya estaba en su momento más oscuro, tiene poco que ver con la del expolicía: "Parecía acertado tener a estos dos tipos, Saul y Walt, en una última escena, que muestra su reticencia a ser realmente honestos con ellos mismos sobre lo que han hecho y acerca de quiénes son, y cuáles son sus verdaderos lamentos".
Betsy Brandt vuelve como Marie Schrader
¿Se barajaron más cameos?
Aparte de la intervención de Chuck, una de las grandes sorpresas del final ha sido el regreso de Betsy Brandt, que ha vuelto a meterse en la piel de Marie, la esposa de Hank y cuñada y de Walt. Su papel resulta fundamental para ver el daño causado por las acciones del narcotraficante, protegidas en gran medida por los consejos de Saul, y podría no haber sido el único retorno que nos dejara con la boca abierta.
"Si hubiera sido un episodio más largo, si hubiera tenido la duración de una película, hay muchos otros personajes que me habría encantado ver al mezclar los mundos de 'Breaking Bad' y 'Better Call Saul'", apunta el cocreador, que no quería hacer "una colección de escenas" que fuera en contra de la cohesión, pero se atreve a nombrar a esos ausentes que se podrían haber abierto paso: "Me habría encantado tener a Patrick Fabian de vuelta, a Dean Norris. Anna Gunn habría sido increíble si hubiera encajado en la historia".
Jimmy y Kim recrean su primera escena
¿Qué pasará con Kim?
El destino de Jimmy queda bastante resuelto con esa sentencia y su último plano tras las rejas de la cárcel, pero el futuro de Kim es mucho más incierto. A lo largo del episodio se anticipa a su regreso a la abogacía, pero lo más importante para los guionistas no era explicar qué pasará con ella, sino darle una cierta paz interior, pese a su posible castigo tras haber confesado su implicación en la muerte de Howard.
"No creo que a Kim le gustara que Jimmy se sacara un as de la manga para protegerla de Cheryl. Él no la salva; ella se salva a sí misma. Se ha terminado lo de salvarse el uno al otro", apuntala Gould, dejando claro que la dramática confesión de Jimmy, con la que despedaza su suculento acuerdo, no tiene tanto que ver con rescatar a Kim sino con demostrarla que Jimmy sigue vivo en su interior: "El hecho de que ambos confiesen, que descarguen sus conciencias, les hace llevar vidas más honestas. Ese es núcleo del final".
¿Volveremos a este universo?
La gran pregunta para el final. Desde que 'Better Call Saul' entrara en su recta final, Gilligan y Gould han cerrado amablemente la puerta a seguir expandiendo la franquicia, ya que ahora mismo su objetivo es afrontar nuevos proyectos. "Los dos sentimos que queremos y necesitamos hacer algo diferente y cambiar un poco las cosas", admite Gould... sin cerrarse en banda a volver algún día.
"Si las estrellas se alinearan para que todos trabajemos juntos de nuevo, ya sea en Albuquerque o en cualquier otro sitio, me lanzaría a por esa oportunidad", sentencia el guionista, que abraza la idea del "nunca digas nunca", aunque ahora lo que toca no es exigir otra continuación, sino reconocer el enorme mérito de suceder a una de las mejores series de la historia con otra obra que, asumiendo un tono diferente, ha estado totalmente a la altura y ha pulverizado las expectativas capítulo tras capítulo.