Comienza la cuenta atrás para la noche más especial del año. Experta en ser la maestra de ceremonias de los últimas campanadas de Atresmedia, este año será su quinta vez consecutiva. Cristina Pedroche está centrada en los últimos detalles de un vestido que seguro que dará que hablar. La presentadora ha acudido a 'El hormiguero' para compartir los pocos detalles que puede de todo lo que está por venir, aprovechando la ocasión para quitarle hierro a toda la parafernalia que año tras año se crea alrededor de su indumentaria.
Cristina Pedroche en 'El hormiguero'
La colaboradora de 'Zapeando' no dudaba en sentir el reto que tiene cada año como algo realmente especial: "Estoy feliz porque ha pasado a ser un evento en el que la gente espera a ver un vestido o un show", aunque explicaba, "no es solo cuestión de un vestido hay mucho detrás". Un espectáculo que despierta todo tipo de críticas: "No me importa que esa noche España se divida en si les gusta mi vestido", matizando, "es un tema más para hablar en la cena familiar y ya está".
Una expectación que año tras año ha ido creciendo tras ese primer vestido que lució en laSexta junto a Frank Blanco. No obstante, a pesar de mostrarse bastante lejana a todas las polémicas que pueda suscitar, Cristina Pedroche ha reconocido que vive con más presión y preocupación cada año: "el primer año pensé que no lo iba a ver nadie". "Odio que me digan que hacer o que no hacer. ¿Por qué a mi sí se me dice y a otro no?, ¿Por qué no hay la misma polémica con Alberto Chicote?", apuntillaba.
Los detalles del vestido
Aunque no ha podido dar muchas pistas técnicas del vestido, Pedroche no ha dudado en guiar al público comparando con otros años. "Es un vestido con el que mucha gente va a soñar", comenzaba. Un diseño que cuando Pablo Motos le preguntaba si se podría poner cualquier noche de sábado, la presentadora negaba categóricamente explicando: "Es Nochevieja y me quiero sentir Beyoncé", insistiendo, "Es un vestido que se podría poner la cantante en cualquier concierto que da".
Al respecto de los detalles, la colaboradora también compartía que su vestido brillará porque "me gustan los brillos", al igual que las transparencias, "cuando algo te gusta, ¿para qué cambiar?", matizando, "no son las típicas transparencias". Asimismo, el rostro de Atresmedia apuntaba sentirse en esta ocación más satisfecha que los anteriores años: "Es más arriesgado, el que menos tiene que ver con los anteriores pero es el más Pedroche", resaltando: "quienes me conocen van a decir: ¡qué hija de puta! me encanta".
El diseño del vestido es un trabajo que le lleva todo el año, aunque Pedroche ha querido contar en que momento tomó la decisión final: "Yo desde enero ya tenía una idea pero en agosto tuve la revelación divina", explicando que ya tiene decidido que quiere que cuente su indumentaria. "Este año quiero cambiar el discurso y el vestido me ayuda a contar todo esto. Por eso me gusta que hablen el día 1 y 2 de enero".
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El vestido de este año sí se lo podrá poner David
Otra de las tradiciones que han venido de la mano de las Campanadas de Pedroche, es que su marido se ponga el vestido que lució en la última nochevieja. El cocinero ya ha visto el vestido que lucirá en las próximas porque, tal y como ha apuntado la colaboradora, "David lo tiene que ver porque el el siguiente año se lo tiene que poner". Una tradición que este año tiene cierta dificultad por el mono que lució la presentadora: "Le he propuesto que se tumbe desnudo y se lo pongo encima pero él se lo quiere poner". "El de este año sí que se lo podrá poner", ha aclarado como pista final.