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'La vida sin filtros' cerró su temporada el pasado sábado 10 de agosto. El talk show de verano de Cristina Tárrega producido por Unicorn Content ha sobrevivido a las inestables audiencias de Telecinco y se despide con una media del 8,9% de share con los nueve programas que ha emitido. "Hasta aquí en el final de esta segunda temporada de 'La vida sin filtros'. Queremos agradecer a todos los invitados que generosamente nos han hecho testigos de sus historias", anunció Tárrega.
"Quiero agradecer a este equipo de redactores, directores, producción ejecutiva, a los técnicos y a la realización, guionistas... Como digo siempre, la tele funciona gracias a los que están detrás de las cámaras. Ellos son los que nos hacen brillar", dijo la presentadora sobre el equipo tras el formato. También tuvo palabras para el público antes de dejar un recado a la cadena: "Gracias a todo el público".Cristina Tárrega recibe a María en 'La vida sin filtros'
"Quiero pedirle a mi Ángel de la Guarda que tengo muchos casos y muchas personas a las que echarle un cable aún y creo que yo he venido para hacer estas cosas, para hacer feliz a la gente y para disfrutar", dejó caer la valenciana su deseo de seguir en el formato. La periodista se despidió así con su petición: "Así que nos vemos pronto, estoy segura de ello y os llevo siempre muy dentro. Un beso muy grande y felices vacaciones", se despedía, con las lágrimas en los ojos tras haber presenciado el emotivo abrazo de una madre y su hija.
Sonrisas y lágrimas en el final
Sin embargo, una de las últimas invitadas de la temporada logró sacar una carcajada al público con su cómica entrada: "Me has dejado la última que se me ha dormido hasta el chocho". María estuvo sentada entre el público esperando su turno, aunque no quedó conforme con los asientos del plató: "Lo tengo ahora mismo que si hiciera el amor, no siento nada".
"La petaca esta de aquí la tengo hincada", le expresó la mujer a Tárrega, puesto que llevaba microfonada desde el inicio del programa. "Tanto duro y tan tierno, esto es lo que tenían que haberme puesto allí", siguió sacando sonrisas su reacción al llegar al sofá en condición de entrevistada. "Tienen que poner ahí culetes de esponja", terminó María sobre su incómoda espera.