ANÁLISIS

Crítica de 'El desafío: 11M': Una barbarie hecha documental capaz de remover conciencias y provocar impotencia

Amazon Prime Video estrena el documental dirigido por Carlos Agulló durante la jornada del viernes 11 de marzo.

Amazon Prime Video

Por Sergio Soriano El 5 de Marzo 2022 | 11:52

Los españoles recordamos la jornada del 11 de marzo de 2004 como una de las más sangrientas de nuestra historia reciente. La ciudad de Madrid se convirtió en el escenario de una masacre yihadista, perpetrando uno de los atentados más mortíferos de Europa hasta la fecha. Dieciocho años después de aquel trágico suceso, Amazon Prime Video ha puesto en marcha la producción del documental 'El desafío: 11M', ilustrando y desgranando los acontecimientos, permitiendo que el espectador reviva un sinfín de sensaciones difíciles de adjetivar.

'El desafío: 11M'

Los primeros nueve segundos de esta pieza audiovisual que consta de cuatro capítulos son más que suficientes para sentir rabia, dolor e incluso miedo. Es curioso como unas imágenes que permanecen en nuestra retina son capaces de despertar tantas emociones cuando volvemos a ser espectadores de los acontecimientos. Sin embargo, este documental se enfrentaba a un reto: crear distintas "películas" que contasen una historia desde diferentes puntos de vista.

Poco a poco, Par Producciones reconstruye minuciosamente la cronología de los hechos sin caer en el relato fácil. Eso sí, digno de mención es el impecable trato de la imagen y las músicas seleccionadas para introducirnos en cada lugar, evidenciando a la perfección lo que podía intuirse durante aquellos días plagados de incertidumbre. Por otro lado, la cantidad de testimonios con los que cuenta 'El desafío: 11M' nos acercan un poco más al sufrimiento de las víctimas y los supervivientes.

Hay palabras y declaraciones prácticamente inéditas pocas veces difundidas a través de los medios de comunicación; hechos narrados que te dejan el alma helada, como suele decirse. Uno de los pensamientos que asaltará seguro al espectador tiene que ver con la incomprensión, pues este documental te crea un nudo en la garganta. La crudeza de los vídeos que se muestran está completamente justificada, permitiendo crear un halo de sobrecogimiento que envuelve diferentes momentos de cada entrega.

La necesaria crítica al trato político... pero también mediático

'El desafío: 11M' ha conseguido que el expresidente José María Aznar tome asiento frente a cámara para poner sobre la mesa algunos aspectos que resultan, cuanto menos, curiosos. Y esta es la riqueza del documental: todos los puntos de vista tienen cabida, siempre y cuando no se niegue una verdad judicial irrefutable. A lo largo de los cuatro episodios, la instrumentalización política de los atentados se convertía en algo normalizado, sin olvidarnos que las elecciones generales estaban fechadas para el 14 de marzo de 2004.

Opiniones sustancialmente contrarias conviven en el documental, pero todas ellas confluyen en lo más relevante: condenar los ataques con rotundidad, sin dudar de la autoría yihadista. Paralelamente, la voz de las víctimas se alza para que el espectador tome conciencia una diferencia: el perdón y el olvido son dos conceptos muy alejados.

Fragmento de 'El desafío: 11M'

Si hay un momento que debe calificarse como "vergonzoso" (y no puede considerarse spoiler), tiene que ver con la Comisión de investigación que se llevó a cabo desde el Congreso de los Diputados. Cualquier político que estuviera allí presente debería bajar la mirada ante lo que se produjo, pues solo sirvió para "tirarse los trastos a la cabeza" entre formaciones y no para su objetivo primordial. A Pilar Manjón, ese: "¿De qué se reían? ¿Qué jaleaban?", nos representa a todos. Dejando a un lado la Cámara baja, los medios de comunicación jugaron un papel fundamental en la percepción social del 11M.

De hecho, contar con periodistas como Antonio García Ferreras o Lorenzo Milá permite que podamos entender mejor la situación a través de sus palabras. Este documental se convierte también en una crítica dirigida a la utilización de los medios en beneficio propio, citando diferentes acciones (cuestionables en algunos casos) puestas en marcha por la prensa, pero también desde la televisión pública. Parafraseando el refranero popular, "pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla", entendemos 'El desafío: 11M' como una pieza necesaria que no viene a dar vueltas a la misma historia, sino a recordar los hechos para que lo ocurrido no caiga en saco roto.