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Netflix vuelve a confiar en Bambú Producciones para una de sus grandes apuestas de 2019: la serie 'Alta mar'. Ramón Campos y Gema R. Neira crearon este proyecto que reúne muchas de las características que agrupa dicha productora: arranca con un asesinato, retrocedemos a otra época del siglo XX, el lujo se huele por todos lados, se centra todo en (prácticamente) un mismo lugar y todo ello contado con una factura impecable que nunca falla con esta factoría gallega.
Ivana Baquero, Eloy Azorín y Alejandra Onieva, en 'Alta mar'
Entre los pasajeros protagonistas encontramos a Eva y Carolina (Ivana Baquero y Alejandra Onieva), dos hermanas que, sin conocerla pero por ayudarla, son quienes han colado a la joven asesinada dentro del barco; a Nicolás (Jon Kortajarena), el primer oficial del barco que se enamorará de Eva; Fernando (Eloy Azorín), el dueño del barco que va a casarse con Carolina; y un montón de personajes secundarios e interesantes encarnados por Chiqui Fernández, Begoña Vargas, Ignacio Montes, Tamar Novas, Félix Gómez, José Sacristán o Eduardo Blanco. Cualquiera de ellos puede haber matado a la joven, ¿pero quién? ¿Y por qué motivo?
La repetición de la fórmula que funciona
Y aquí es donde quería llegar. La premisa no es nada novedosa. Sí, estamos en un barco de donde ningún sospechoso puede escapar, pero tenemos un asesinato, un montón de presuntos culpables y varios capítulos por delante para ir desconfiando de unos e ir descartando a otros. A priori esto nos puede traer algo negativo pero también algo positivo. Sí, suena a "la serie de siempre", pero tranquiliza saber que si se apuesta por esta premisa tan manida, se esforzarán por conseguir sorprender a los espectadores ya sea con sus giros, su recorrido y, por supuesto, su desenlace.
Jon Kortajarena, Alejandra Onieva, Chiqui Fernández, Begoña Vargas e Ivana Baquero, en 'Alta mar'
Además, la manera en la que se desarrollan las tramas se agradece. Estamos acostumbrados a que este tipo de series se cuenten en España en temporadas de 13 capítulos de 70 minutos. Aquí el misterio, las sospechas, los giros, las acusaciones y el resto de asuntos que se encuentran en este tipo de formatos se reducen a 8 capítulos y de 45 minutos (aunque sí, fue renovada por una segunda temporada por lo que ya contaremos con 16 episodios). Pero es que al verlo se nota y se agradece: queman cartuchos con mayor rapidez, incriminan a cierto personaje y al momento se descubre que no es posible, y está cargada de detalles que se, aunque se podrían guardar o alargar en varias secuencias, se resuelven rápidamente para dar paso a otros misterios.
Conclusiones: funciona y entretiene
Por todo ello, aunque esta serie sí que sea más de lo mismo, se deja ver, funciona y entretiene. Las tramas están tratadas con acierto, los personajes bien definidos y los misterios y líos amorosos (también sello Bambú) tienen cierto interés. Esto hace que quieras seguir descubriendo más y disfrutes desde el sofá de una serie que sabes que te lo da todo concentrado y que no se va a alargar por los siglos de los siglos.
Faltará saber si la identidad real del asesino la conocemos en el final de la primera temporada o habrá que esperar al desenlace (¿definitivo?) de la segunda. Es esperanzador comprobar que Netflix apuesta por una nueva tanda de capítulos antes de estrenar la anterior como ya ha hecho con otros proyectos, y es que sabe que con 'Alta mar' tiene un producto con grandes interpretaciones entre las que destacan las de Eduardo Blanco, Antonio Durán 'Morris' e Ignacio Montes. Además, es fácil de ver, es un formato con proyección mundial y que a quienes la vean les va a gustar.
