En el año 2017 Netflix continuaba demostrando su apuesta por la producción original con el estreno de 'Atípico', una comedia que rápidamente captó la atención de los espectadores gracias a su premisa, la de un joven de diecinueve años en el espectro autista con los mismos anhelos que cualquier otra persona de su edad. De este modo, la serie se centra en la historia de Sam Gardgner (Keir Gilchrist), quien busca el amor y la independencia de su familia, quienes siempre han estado muy cerca y encima de él sobreprotegiéndole debido a las peculiaridades que presenta por el trastorno que sufre. Su adaptación a la vida adulta y su evolución hacia una mayor autosuficiencia sientan las bases de esta ficción que continúa caracterizándose por el positivismo que transmite y que llega a su final tras cuatro temporadas.
Keir Gilchrist es Sam Gardner en 'Atípico'
Con su entrada en la universidad, en la tercera temporada Sam iniciaba una nueva etapa en su vida cargada de muchas novedades. Como es habitual en su persona, él mismo se encargaba de prepararse para todos esos cambios, contando siempre con el apoyo de su familia y de sus amigos. Enfrentarse a la vida universitaria al mismo tiempo que mantenía su relación amorosa con Paige suponía dar un paso más hacia la vida adulta, un desafío que Sam afrontaba a su manera, pero demostrando que era capaz de tener independencia y salir airoso de todos los problemas por su propia cuenta. Además, en este nuevo camino conoció a varios compañeros que le permitieron ampliar su mirada sobre el mundo, consiguiendo que Sam continuara creciendo y aprendiendo.
En esta cuarta y última temporada de 'Atípico', disponible en Netflix desde el 9 de julio, Sam encara una nueva etapa en su vida tras la decisión de independizarse y mudarse a una casa diferente. Durante la convivencia con su nuevo compañero de piso y la distancia con su familia se ve obligado a aprender a marchas forzadas, replanteándose su futuro y lo que realmente quiere hacer con su vida. Por su parte, sus padres lidian con el síndrome del nido vacío al mismo tiempo que hacen frente a los problemas de su matrimonio tras las dudas y la desconfianza de las temporadas previas. Mientras tanto, Casey se enfrenta a su carrera como deportista y a las dudas amorosas. Todo este conjunto de situaciones nos conduce hacia una despedida que sella el destino de los personajes conservando la esencia de la serie y dejándonos un gran conjunto de lecciones emotivas que se mantienen acorde a la temática y espíritu de la ficción.
El apoyo de la familia y los amigos
Doug y Elsa en la cuarta temporada de 'Atípico'
Los Gardner no forman una familia perfecta como ya han demostrado en las tres primeras temporadas de 'Atípico', pero si de algo pueden presumir es del amor que se procesan a pesar de todo lo que haya podido suceder entre ellos y de esa aparente mala relación que pueda existir entre algunos de los miembros de la familia. Pase lo que pase saben que siempre pueden contar los unos con los otros y esa una de las enseñanzas que deja esta ficción en su despedida. De hecho, el significado de esa unión cobra todavía mayor relevancia en esta tanda de episodios, pero a veces lo hace de una forma tan sutil que puede pasar desapercibida, lo que incrementa esa idea de que no son necesarios grandes actos pare demostrar tu cariño y amor a los demás.
Igualmente, la amistad continúa teniendo su presencia e importancia, sobre todo gracias a esa unión tan fuerte que sigue existiendo entre Sam y Zahid. Ambos tienen personalidades muy diferentes, pero eso no impide que mantengan esa relación que casi les convierte en hermanos. Además, en esta temporada se explota su amistad desde un punto de vista diferente, lo que nos permite disfrutar de momentos mucho más divertidos al situarlos en situaciones nuevas a las que nunca se habían enfrentado. Al mismo tiempo, esta condición hace que aumente el contraste en esa forma tan diferente que tienen de ver y entender la vida, generando momentos bastante hilarantes y otros en los que la emotividad cobra todo el protagonismo.
Reivindicación de la diversidad y la aceptación
Casey e Izzie en la cuarta temporada de 'Atípico'
Desde que 'Atípico' llegó al catálogo de Netflix siempre ha tratado de mostrar el autismo desde una mirada que permita al público conocer más de cerca los desafíos a los que se enfrentan las personas que se encuentran en el espectro, pero siempre lo ha hecho con la intención de ofrecer una vista optimista, demostrando a través de Sam que pueden llevar una vida como la de cualquier otra persona, aunque les suponga algo más de esfuerzo. Como no podía ser de otra forma, en esta temporada continúan indagando en la capacidad de adaptación de Sam, quien afronta nuevos cambios que le ayudan a continuar formándose y creciendo personalmente.
Además de la inclusión, la serie ha apostado por normalizar la diversidad, uno de sus puntos fuertes. En esta ocasión hace hincapié en esta cuestión mediante el personaje de Casey, quien comienza a aceptar su sexualidad tras descubrir en la temporada anterior que también le gustan las chicas. De forma general la serie trata la bisexualidad con total naturalidad, aunque añaden un pequeño conflicto con uno de los miembros de la familia que no termina de comprender los sentimientos de la joven. No obstante, se decanta por tratar el asunto siempre con un tono que conduce al aprendizaje, la comprensión y a la aceptación. Además, a lo largo de la temporada Casey se une a la reivindicación del feminismo, haciendo gala una vez más de su carácter y personalidad.
Un canto a la esperanza
Casey y Sam abrazan a Zahid en la cuarta temporada de 'Atípico'
En su conjunto, aunque los protagonistas han tenido que enfrentarse a diferentes desafíos que no han sido fáciles de superar, 'Atípico' destaca por ofrecer una visión optimista de la vida. Su intención desde un principio ha sido demostrar a través de Sam que no hay obstáculo que no se pueda superar o problema del que no se saque una lección y aprendizaje. Está claro que no todo es de color rosa y que es imposible evitar los malos momentos, pero la serie se ha esforzado en recordar la importancia que tiene la forma en la que asumimos los contratiempos y la necesidad de apoyarnos en aquellas personas que quieren ayudarnos y que solo buscan nuestro bien.
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En esta última temporada han dado un paso más para poner también el foco de atención en la necesidad de seguir nuestros sueños y de luchar por aquello que anhelamos sin importar lo que quieran o esperen los demás. De esta forma, la serie culmina manteniendo ese espíritu optimista y situando a sus personajes en un punto en el que presentan una evolución natural y acorde a su recorrido durante todo este tiempo. Por tanto, 'Atípico' se despide de forma más que correcta y dejando por el camino varias lecciones vitales.