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'Babylon Show', en imágenes 19 fotos
Un año después del fugaz y malogrado 'Cuentos chinos', la "nueva" Telecinco ha lanzado su segunda apuesta para intentar destronar a Pablo Motos del podium de las audiencias televisivas. 'Babylon Show', presentado y codirigido por el humorista Carlos Latre, ha debutado como un programa que ha preferido guardar cualquier intento de innovar y sorprender para hacer algo lo más parecido posible a 'El hormiguero'.
Si uno hecho un vistazo a las redes sociales, el 80% de las críticas al programa han sido negativas. Pero casi todas esas críticas negativas venían acompañadas de un meme de algún personaje de 'Sálvame' o 'Gran hermano'. Y esa es precisamente la gran muralla a la que se enfrenta el programa, aún más alta que las de Babilonia: los contenidos de 'Babylon Show' están, por ahora, en las antípodas de lo que está acostumbrado a ver el espectador medio de Telecinco.Abstrayéndonos de la cadena en la que se emite, 'Babylon Show' ha tenido un primer programa correcto y sin sobresaltos: nervios, algún fallo de iluminación o silencio incómodo habitual de la falta de rodaje. Carlos Latre sigue siendo ese yerno perfecto que toda suegra sueña tener, y es difícil que caiga mal a nadie. El humorista ha preferido estrenar programa siendo él mismo y ceder la mayoría de las imitaciones a los colaboradores. La primera, un Mbappé encarnado por Xavi Espinosa, ha sido tremendamente floja.
A grosso modo, 'Babylon Show' recuerda mucho a 'El hormiguero': desde los colores del plató y la cabecera, las músicas y efectos al ritmo y estructura misma del programa. La diferencia radica en el presentador y en sustituir el humor de las hormigas por el de su elenco de colaboradores. Y si Latre puede presumir de haber superado el primer programa con notable alto con buenas dotes de entrevistador, a los colaboradores hay que aplicarles eso de "necesita mejorar".
Solo la breve aparición de Xavier Sardá se salva del suspenso, especialmente gracias a su química con Latre. La adorable Marta Torné parecía descolocada y poco cómoda en su puesto, mientras que el histriónico Walter Capdevilla ha debutado con un reportaje vacío de humor y contenido. El estreno se ha completado con MariCarmen, una versión Hacendado de la mítica Soledad León de Salazar de Josep Ferré interpretada por Raúl Maro, y HortensIA, una inteligencia artificial por ahora con la misma gracia que inteligencia: ninguna.
Y es que si el primer 'Babylon Show' ha conseguido emular a 'El hormiguero' en su escenografía, teatralidad y entrevista, la parte humorística ha sido, sin duda, la que más lejos se ha quedado de alcanzar al programa de Antena 3.
Sin Pablo Motos
¿Ha sido 'Babylon Show' un programa innovador? En absoluto. ¿Ha tenido algunos momentos casposos? Seguramente. Pero no hay que perder de vista que 'El hormiguero' es precisamente eso más las opiniones políticas de su presentador. El programa de Antena 3 es tan exitoso como polémica la figura de su cabeza visible. No hay que olvidar que Pablo Motos se fue de vacaciones acusando a Pedro Sánchez de dictador en una mesa de "debate" en la que todos los debatientes le daban la razón. Y aquí es donde Carlos Latre tiene una enorme baza para diferenciarse de su principal competidor.
En resumen, 'Babylon Show' no es una revolución televisiva ni quiere serlo. El programa aspira a ser una alternativa a su principal rival lo más parecida a él pero sin arengas políticas, que de primeras flaquea en la parte humorística. No lo va a tener fácil, puesto que además de competir contra Motos y Broncano lo hace contra las expectativas de un público, el de Telecinco, habituado a ver contenidos completamente diferentes.