El rostro de Adolfo Suárez es uno de los primeros elementos que vemos en 'Brigada Costa del Sol', la nueva apuesta de ficción de Telecinco. Los carteles de UCD, al igual que los del PSOE, empapelan las calles de Torremolinos en 1977 y anticipan la llegada del primer verano con una democracia solvente en España tras la dictadura franquista. Pero esta serie no tiene nada que ver con la política ni con temas excesivamente profundos, sino que es un relato de las andaduras de un grupo poco ortodoxo de policías, que se enfrentó al narcotráfico en un momento en el que nadie parecía prestarle atención a esa incipiente industria clandestina.
Hugo Silva es el impulsivo Bruno en 'Brigada Costa del Sol'
'Brigada Costa del Sol' surge en un panorama inmerso en la moda del narcodrama, popularizado por ficciones televisivas como 'Breaking Bad' o 'Narcos'. En España hemos recibido unas cuantas dosis patrias con 'Gigantes', 'Vivir sin permiso' o 'Fariña', aunque realmente si trazamos un paralelismo, la variedad genérica de 'Brigada Costa del Sol' y su propia ambientación recuerdan mucho más a "El Niño", también de Mediaset. El carácter y la atmósfera de la costa andaluza, el vocabulario, la vocación de dramedia de acción... son los factores fundamentales con los que esta nueva propuesta pretende distinguirse en un ámbito extremadamente saturado. Así se diseña una personalidad distintiva, con muchos elementos reconocibles del género policiaco, que se esfuerza demasiado por contentar constantemente al público.
El estreno doble sirve para presentar a todos los protagonistas y cruzar sus caminos. En el primer episodio, una serie de circunstancias llevan a Bruno (Hugo Silva), Terrón (Jesús Castro), Leo (Álvaro Cervantes) y Martín (Miki Esparbé) a aunar sus virtudes y defectos para resolver un sangriento caso vinculado con la entrada de estupefacientes en la zona. Desde el primer momento, Bruno se erige como líder del embrionario equipo, ya que el carisma de Silva es el principal motor que hace avanzar la serie. Como todo antihéroe de manual, Bruno es un personaje con muchas sombras, indomable por naturaleza y reflejo de su tiempo.
La Brigada Costa del Sol es un abanico de personalidades
Comunión con la época
La ambientación temporal tiene una importancia mayúscula en 'Brigada Costa del Sol', que abraza la estética setentera en todos sus apartados, desde la cabecera hasta el look hortera de los protagonistas. Para componer ese retrato de la época también son fundamentales las localizaciones naturales, ya que el hecho de ver de primera mano la ciudad malagueña le otorga un carácter inalcanzable exclusivamente en plató. Estas decisiones creativas juegan a favor de la serie, que resulta más convincente al enriquecer su puesta en escena.
En ese sentido formal, el montaje también es un elemento a tener en cuenta. Telecinco se mantiene firme en su apuesta por los setenta minutos de duración, que se traduce en situaciones estiradas en exceso. Escenas que se podrían resolver en tres miradas, aquí pueden extenderse hasta cinco. Por lo tanto, para todo aquel espectador acostumbrado al estándar internacional, el ritmo de 'Brigada Costa del Sol' puede resultar menos trepidante de lo esperado, sobre todo al tratarse de un policiaco muy enfocado a la acción. Además, el tono blanco de la serie, asumido para abarcar un público más amplio, también hace que pierda efecto dramático, ya que tanto la violencia como el propio tema de las drogas y sus consecuencias se tratan de una manera muy superficial.
Sara Sálamo es La Buhíta en 'Brigada Costa del Sol'
Hasta arriba de testosterona
A pesar de estar ambientada en una época muy concreta, el contenido de 'Brigada Costa del Sol' pretende convertirla en un producto contemporáneo. Una ambición apoyada principalmente en la complicidad que rebosan los componentes de la brigada, pero que languidece mucho más cuando aparecen los irrelevantes personajes femeninos. Al retratar una sociedad machista y estar basada en hechos reales, es comprensible que en la brigada no haya una sola mujer. Sin embargo, no es tan razonable que los personajes femeninos que emergen en otros entornos sean meros complementos sexuales, como La Buhíta (Sara Sálamo), que en los dos primeros episodios cabalga entre el carácter de víctima y la fiereza vengativa, para terminar consolidándose como el insípido interés amoroso de varios miembros de la brigada. Por el trazo de este (y otros personajes), cabe esperar cosas más interesantes de ella más adelante, por lo que esta mínima representación femenina podría revertirse o suavizarse en el futuro.
Lo más leído
Aún así, es evidente que 'Brigada Costa del Sol' tiene un enfoque muy masculino, y no huye de esa decisión en ningún momento. Al igual que sucedía con el equipo liderado por Michael Chiklis en la sobresaliente 'The Shield', en la nueva serie de Telecinco todo gira en torno a la lealtad, en el hecho de convertir a tus compañeros de trabajo en tu familia. Lo que 'Brigada Costa del Sol' no toma prestado de aquella cumbre de la pequeña pantalla es su apasionante ritmo, aunque tiene los mimbres necesarios para satisfacer al público más ávido de un entretenimiento ligero y accesible.