En su plan de producción local, HBO Max estrena 'Cómo mandarlo todo a la mierda' el viernes 1 de julio. Este drama con tintes de coming of age continúa la estela de la ficción juvenil en España, que en los últimos años ha renacido con apuestas de mayor o menor calidad o, incluso, de mayor o menor fidelidad con la generación que buscaba mostrar. En el caso de la producción de Boomerang TV, el resultado cumple de sobra con lo que se espera de una serie de estas características.
Uno de los puntos más llamativos de 'Cómo mandarlo todo a la mierda' es su rapidez y su agilidad. En tan solo 6 episodios de una duración en torno a los 15-20 minutos, Jaime Olías y Pablo Sanhermelando han sabido cómo condensar a la perfección una historia que contar de una manera muy limpia. En vez de introducir subtramas y más subtramas que pudieran empañar el relato, esta llamada a la libertad tiene muy claro cuál es su objetivo y los puntos por los que va a pasar desde el principio.
Naira Lleó lidera el reparto de 'Cómo mandarlo todo a la mierda'
La historia se narra desde los ojos de Alba, y es que el espectador solo se adentra con detalle en su drama, mientras que el de los otros cinco personajes queda en segundo plano más allá de algunos retazos que nos van ofreciendo. Sin embargo, no es necesario saber más de ellos y, a diferencia de lo que ocurre en muchas producciones, no molesta tener a varios personajes secundarios sin una trama propia, puesto que se entiende que todos funcionan como muelle para disparar a Alba y su historia.
Alba se une a estos cinco amigos que han planeado una alternativa a espaldas de sus padres cuando les han cancelado el viaje de fin de curso. En esa aventura, ella descubre algunos conceptos como la amistad, la aceptación y la empatía. Pero su viaje no es el que hacen por carretera a bordo de una vieja furgoneta, sino el camino por sus sentimientos y cómo descubre todo aquello que no sabía ni que echaba en falta.
Trata el proyecto desde la humildad
Las claves de 'Cómo mandarlo todo a la mierda' son, principalmente, su guion y su estética. Ambos están cuidados al milímetro y tratados con muchísima humildad, puesto que, en lugar de prevalecer diálogos rimbombantes o poco acordes con la generación Z, a la que representan y a la que buscan dirigirse, se aprecia cómo han entendido a la perfección el modo de comunicarse de estos jóvenes. A lo largo de los seis episodios hay muestras de esto hasta en segundo término, signo inequívoco del nivel de cuidado que se ha tenido para favorecer la naturalidad y la frescura.
Elenco de 'Cómo mandarlo todo a la mierda'
Y esta línea de trabajo sigue en otras cuestiones técnicas, como es la música elegida que sirve de banda sonora. Además, a nivel estético, es muy curiosa la utilización del formato en 4:3, que en un principio resulta extraña y anticuada, pero que, buscándole una conexión con la ficción, tiene toda lógica, ya que es un formato más cercano al modo de consumir contenido por los jóvenes en redes sociales. Esto mismo ocurre con el predominio de la cámara en mano, pues muchos de los vídeos que se realizan en la actualidad son con el móvil sin ningún tipo de soporte. Además, la cámara en mano ayuda a sentirse un personaje más que está observando el recorrido de Alba.
Nada parecido desde 'Skam'
Se nota que los creadores de 'Cómo mandarlo todo a la mierda' están muy habituados a la ficción juvenil, y es que la serie de HBO Max bebe mucho de otras producciones que han puesto el foco en los jóvenes, como es el caso de 'HIT'. Sin embargo, no se hacía nada del estilo desde 'Skam España', dado que aquí no se busca contentar a diferentes edades con representación más adulta. Al igual que lo que ocurría con la serie de Movistar+, el foco está única y exclusivamente puesto en la adolescencia y hay una protagonista que vertebra un relato sobre el que giran el resto de personajes.
Naira Lleó y Malva Vela en 'Cómo mandarlo todo a la mierda'
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'Cómo mandarlo todo a la mierda' es una de las mejores producciones adolescentes de los últimos años, muy pensada y cuidada hasta el último detalle para esforzarse en ser del agrado del público al que va dirigido. Ahí está la clave de su buen hacer, pues la naturalidad que quiere mostrar está presente en el reparto, que ha tenido oportunidad de llenar los guiones de los términos que emplean en su día a día para que resulten lo más frescos posibles. La serie podría contener diálogos trascendentales y escenas de una profundidad y madurez mayor a la de un adolescente, pero no es así. Es un reflejo fiel de cómo es la generación Z. Jaime Olías se ha estrenado en televisión como creador por la puerta grande y, de seguir así, podría tener un próspero futuro por delante.