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'Cuéntame cómo pasó' es la mejor serie de la historia de la televisión española y ese título pasa factura. Después de más de 20 años en antena y 407 episodios a sus espaldas, la ficción de Televisión Española lucha constantemente por frenar los síntomas de desgaste propios de la edad. No es que la temporada 22 sea una mala temporada, porque no lo es. De hecho, han logrado una tanda de episodios bastante redonda en la que casi todo funciona, pero las comparaciones son odiosas. El peor enemigo de 'Cuéntame' es la propia 'Cuéntame'. Destacar actualmente sobre icónicas secuencias o tramas que permanecen en la memoria colectiva es prácticamente imposible.
Tras ver el capítulo que emite La 1 este jueves, analizamos las claves de la vigésimo segunda temporada. Después del fallido salto temporal al 2020, se ha apostado por un regreso a los orígenes de la propia serie, marcado por la recuperación de las tramas familiares y una potenciación de la comedia. Evidentemente, sin renunciar al drama que acaba uniendo a los Alcántara ante la adversidad, que es una de las señas de identidad de esta producción de Grupo Ganga.Lo mejor y lo peor de la nueva generación de los Alcántara
Dentro de los límites creativos que supone seguir a una familia durante cerca de tres décadas, desde 1968 hasta 1994, los guionistas se esfuerzan por aportar aire fresco a las tramas, con el atractivo trabajo de Toni (Pablo Rivero) en Moncloa o la llegada de Cecilia (Kiti Mánver), la misteriosa hermana secreta de Merche (Ana Duato). El salto a la juventud de los personajes de Oriol (Álvaro Díaz), Santi (Asier Valdestilla) y Diana Alcántara (Teresa Pérez) ha sido todo un acierto que abre un amplio abanico de posibilidades. Lamentablemente, este cambio conocido como Síndrome Darrin también tiene su punto negativo, ya que hemos perdido a dos grandes actores, como son Javier Lorenzo y Víctor Garrido.
Oriol (Álvaro Díaz), en una secuencia del capítulo 22x19 de 'Cuéntame'
Por muy solventes que sean los nuevos intérpretes, que lo son y están impecables en sus papeles, el valor diferencial de 'Cuéntame' respecto a cualquier otra ficción es la conexión emocional que siente el espectador con los Alcántara y su reparto. Una conexión que pierde fuerza cuando se prescinde de los actores iniciales que hemos visto crecer a la vez que lo hacían sus personajes, como ocurrió con Ricardo Gómez y Carlos Alcántara. 'Cuéntame' pierde la oportunidad de seguir siendo la "Boyhood" española. Y eso pasa cierta factura a la temporada 22 y al futuro de la serie.
A pesar de la intensidad de la trama de Oriol en la cárcel y lo bien que funciona en esta entrega, resulta complicado estar a la altura del histórico desenlace de la temporada 14 con Carlitos en una situación similar. Apreciamos al nuevo Oriol, pero queremos como a un hermano a Carlos Alcántara. Algo parecido ocurre con la hermosa secuencia entre Toni y su hijo Santi, cuando el joven intenta hablar con su padre sobre su sexualidad y este le responde con unas emotivas palabras cargadas de aceptación, amor y orgullo. Fue preciosa, sí. Pero habría causado un mayor impacto en los espectadores si el nexo de unión con el personaje fuese más sólido.
'Cuéntame' merece un final a su altura
Más allá de estas cuestiones, 'Cuéntame cómo pasó' sigue siendo una de las mejores ficciones que se producen actualmente en España. No hay más que pegar un vistazo a los títulos estrenados en lineal o plataformas para darse cuenta. Tal vez por su longevidad o los chascarrillos sobre los Alcántara no se valora lo suficiente, pero continúan modernizándose tanto narrativa como estéticamente temporada a temporada y sus principales actores siguen derrochando verdad en cada interpretación. No, 'Cuéntame' no está en decadencia, simplemente la conexión ya no es como antes para el espectador. Seguimos sintiendo un cariño muy especial por los Alcántara, porque todos formamos parte de esa familia, aunque ya no exista esa pasión o esa chispa que nos hacía vibrar como si del principio de una relación amorosa se tratase. Ahora somos más un longevo matrimonio que se quiere y se respeta, pero mira con nostalgia aquellos tiempos en los que fueron pura magia.
Santi (Asier Valdestilla) y Toni (Pablo Rivero), en una secuencia de 'Cuéntame cómo pasó'
Y ese precisamente ese el miedo que me persigue desde hace años, que 'Cuéntame' acabe de forma precipitada cuando su relación con la audiencia comience a ser más distante. En abril, se publicaba que la ficción no va a ser renovada por RTVE y que podría acabar con una tv movie o una minitemporada. Aunque esta información no ha sido confirmada oficialmente por el ente público, me parecería un grandísimo error si acabase ocurriendo, sin que este argumento esté reñido con la necesidad urgente de finalizar esta producción y no alargarla innecesariamente. 'Cuéntame' debe mirar hacia su cierre con una fecha concreta en su horizonte.
Una serie que es historia de la televisión y de España se merece planificar con mimo y antelación su desenlace. Después de perder la oportunidad de despedirse cuando se fue Ricardo Gómez con un capítulo perfecto, necesita un mínimo de una temporada completa para construir el final que merece. Sin prisas, con tiempo para reflexionar, con los regresos esperados, sorprendiendo de nuevo al espectador como ha hecho en tantísimas ocasiones y regalándonos secuencias icónicas que permanezcan para siempre en nuestra retina. En definitiva, a lo grande. Ojalá 'Cuéntame' tenga un final a la altura del título que ostenta.