Crítica de 'Dos años y un día': Metaficción y límites del humor en la bajada a los infiernos de "Arturo Valls"

Una cárcel no parece ser el sitio más divertido del mundo ni el lugar más apropiado para ambientar una comedia, pero precisamente eso es lo que funciona de 'Dos años y un día' por el choque que esto provoca. ¿Se puede hacer humor en cualquier sitio? Así lo demuestra esta ficción que Atresplayer Premium estrena el 3 de julio, reabriendo el debate de los límites del humor y hasta dónde está dispuesta a llegar la sociedad en la que vivimos por no aceptar un chiste.

El principal perjudicado de todo esto es Carlos Ferrer, una versión ficcionada de Arturo Valls, que es actor, cómico y presentador. Nunca se esperaba que dar el pregón de Carzuelo de la Frontera le iba a cambiar completamente la vida, pues aparecer vestido de la Virgen del Cierzo, como un paso de Semana Santa, indigna por completo a la asociación de abogados costaleros que acaban denunciándolo por un delito contra los sentimientos religiosos. El juez lo acaba condenando a prisión, donde va a pasar los próximos dos años y un día, alejado de los focos y el glamour.

Así son Carlos y los demás

¿Quién no ha fantaseado alguna vez con conocer a un famoso? ¿Qué ocurriría si, además, ese famoso se fuera a convertir en tu compañero en la cárcel? Carlos es la gran estrella en esta prisión, para lo bueno y para lo malo. Habrá compañeros que le pidan selfies por los pasillos, pero también están los que irán en su contra al sentir que la dirección tiene un trato de favor hacia él. Lo que está claro y así nos lo va a demostrar la serie es que en una cárcel puede pasar de todo y sí, las situaciones más desternillantes, también.

En esta ficción, Carlos está acompañado de su mujer Verónica (Amaia Salamanca), su novia y que le será infiel cuando él esté dentro de la cárcel; la abogada (Betsy Túrnez), que intentará defenderle pero con poco éxito; la directora de la cárcel (Adriana Torrebejano), una mujer muy naif pero que lo tiene todo en orden, siendo el suyo el mejor personaje de la serie; su compañero de celda (Javier Botet), quien evita en todo momento que Carlos se pueda suicidar; El Rubio (Michael John Treanor), el matón al que todos temen; otro Carlos (Fernando Gil), que odia profundamente al protagonista; y Don Jaime (Manuel Galiana), un preso amable que es toda una institución en la cárcel y que desea que le alarguen la condena.

La metaficción que tan bien funciona en comedia

Más allá de que Carlos esté claramente inspirado en Arturo Valls, la serie está plagada de guiños al círculo que le envuelve. Por ejemplo, el protagonista que presenta concursos, reconoce ser muy amigo de Manel Fuentes. Pero las referencias que juegan a la metaficción están a la orden del día. Verónica le pone los cuernos a Carlos con Juanra Bonet; Mónica Carrillo es la periodista que está siguiendo el caso de cerca; hay una escena en la que los Javis muestran a Carlos su deseo de hacer una serie basada en su vida... Y claramente, en esta comedia, todos estos toques funcionan muy bien.

El debate de los límites del humor

La sociedad va cambiando y algo que antes nos podía resultar gracioso, ahora puede resultarnos ofensivo. No hace mucho se hablaba de los "ofendiditos", de lo difícil que es hacer ahora comedia, de qué nos podemos reír y de qué no... Todo eso se resumía en los límites del humor. ¿Dónde están? ¿Exiten? ¿Puede ser algo objetivo? Aunque ya no se habla tanto de este debate, 'Dos años y un día' vuelve a ponerlo sobre la mesa.

Claramente, el gag de Carlos (Arturo Valls) ha ofendido a mucha gente y eso le ha acabado llevando a la cárcel. ¿Justo o no? Lo que la serie quiere dejar claro es que hay otros tipos de humor que pueden ofender más que los religiosos, como los machistas, racistas u homófobos. En un momento dado, el protagonista llega a exclamar: "Esos chistes me ofenden porque atacan a personas de verdad, no como la Virgen que es un personaje de ficción. El humor tendría que servir para señalar nuestras miserias, nuestras contradicciones. Hacernos mejores". Cada espectador, evidentemente, estará de un lado, pero aquí verá distintos argumentos (de una parte y de la otra) para abrirnos de mente y reírnos un poco más de la vida.

El equipo tras la serie

Compuesta por una temporada de 6 capítulos, 'Dos años y un día' está creada y escrita por Raúl Navarro, Miguel Esteban, Sergio Sarriá y Luimi Pérez, y está dirigida por Raúl Navarro y Ernesto Sevilla. Por su parte, Montse García, Jorge Pezzi, Arturo Valls, Félix Tusell, Raúl Navarro, Miguel Esteban y Lucía Alonso-Allende son los productores ejecutivos de esta ficción producida por Atresmedia TV en colaboración con LACOproductora, Estela Films, Pólvora Films y Globomedia (The Mediapro Studio).