- Desde que iniciara su propio camino con su estreno allá por 2008 en AMC, nadie habría imaginado cuan lejos iba a llegar 'Breaking Bad'. Hoy en día nadie duda que Vince Gilligan regaló a los espectadores una auténtica obra de arte que marcó un antes y un después en la historia de la ficción televisiva, siendo alabada por público y crítica a partes iguales y cosechando incontables galardones tras su traca final.
Tanto nos ha embriagado su universo que incluso no llegamos a abandonarlo mucho tiempo. Así llegó 'Better Call Saul' a nuestras vidas: como un spin-off que a día de hoy nos mantiene enganchados a lo creado por la serie tanto como la archiconocida metanfetamina azul de la ficción original. Pero el aficionado, el entusiasta, el fanático, el más ferviente admirador, nunca tiene suficiente.
Aaron Paul y Vince Gilligan en el rodaje de 'El Camino'
Eso lo ha sabido ver siempre un Gilligan que silencioso, y consciente de lo redondo de la conclusión de 'Breaking Bad', dejó clara su firme intención de no regresar a la historia original a no ser que tuviera algo que contar. Y entonces se anunció 'El Camino: Una película de Breaking Bad', o lo que es lo mismo, el final de Jesse Pinkman convertido en una cinta de unas dos horas de duración.
La vuelta de un viejo amigo
Skinny Pete en el tráiler de 'El Camino'
Si de algo trata 'El Camino: Una historia de Breaking Bad' es de finales. No de finales necesarios, al menos no a nivel argumental; pero sí finales a nivel emocional, de esos que son capaces de abrazarte como un viejo amigo. La película funciona donde realmente quiere, tocando la fibra del espectador que anhelaba nutrirse de recuerdos y personajes a los que deseaba dar un último adiós. Todo dentro de un epílogo orquestado en torno a su maltratado protagonista, un Jesse Pinkman víctima de la ambición de su mentor y completamente roto por dentro, que vuelve a ser interpretado con maestría por Aaron Paul.
Sin duda el largometraje acierta en su intención, que es claramente dar una tranquilidad completa al fan incondicional acerca del final de uno de sus personajes insignia. Y de camino, nunca mejor dicho, ofrece una buena batería de secuencias que son puro fanservice. Sirviéndose del flashback, la película producida por Netflix nos hace revisitar partes de la historia que conocemos de sobra para acompañar al que fuera socio de Walter White en el durante, e incluso el antes, de su cautiverio en la finca del tío Jack.
Un epílogo solo apto para completistas
'El Camino' no pretende ser más que la oportunidad de atar el quizás único cabo suelto que dejó 'Breaking Bad'. Por eso no duele en exceso que la cinta no ofrezca ningún momento argumentalmente memorable, pues ejerce a las mil maravillas como un grito nostálgico que sabe donde quiere desembocar. Una especie de último capítulo casi sin sorpresa alguna, pues realmente ya está todo contado con anterioridad.
Además permanece fiel al estilo y sello de su showrunner en su forma de narrar, sosegada y sin miedo a dilatar algunas secuencias que ya en los comienzo de 'Breaking Bad' muchos se atrevieron a tachar de lentas. Ver 'El Camino' es regresar a esos timelapse ambientados en Alburquerque, reencontrarse con sensaciones que habíamos dejado atrás y con un buen puñado de guiños a algunos icónicos elementos que formaron parte de cinco temporadas memorables.
Jesse Pinkman tras escapar en 'El Camino'
Aun con todo, es justo decir que puede haber quien se sienta decepcionado con una película que quizás no era necesaria. El círculo de 'Breaking Bad' estaba tan perfectamente cerrado que lo que cuenta 'El Camino' apenas tiene uno o dos momentos de tensión justificada. Se sostiene así a base de dos pilares que resultan fundamentales para disfrutarla: las ansias por ver cerrar su historia a Jesse y la morriña que nos provoca volver a momentos que ya hemos visto desde una perspectiva desconocida.
Decidir cuál es el final está en tu mano
Skinny Pete y Badger vuelven en 'El Camino'
Ver 'El Camino' es una invitación que puedes o no declinar, una experiencia que ni por asomo estropea una de las ficciones televisivas mejor llevadas de la televisión, pero que tampoco aporta más que una merecida despedida-homenaje a la ficción. Un contenido bajo demanda que puedes elegir si consumes, que no pretende reescribir la conclusión de la serie, pero que nos ofrece la oportunidad de embarcarnos en el último y crepuscular viaje de Jesse Pinkman.Lo más leído
Todo acompañado de varias apariciones estelares que, a pesar del irremediable paso del tiempo (sobre todo en un caso en particular que destaca por encima del resto), sacudirán el corazón de los más devotos de 'Breaking Bad'. Casi como si de un libro de "Elige tu propia aventura" se tratara, en tu mano está decidir si el camino de Jesse estaba o no completo.