En plena época de regresos de series que ya son míticas, el anuncio de la vuelta de 'El internado' fue una gran sorpresa. No era un regreso como tal, pues ni seguiría en la Laguna negra ni contaría con sus personajes, pero sí que volvería toda su esencia y con el mismo equipo creativo. Desde que se anunció, 'El Internado: Las Cumbres' es uno de los estrenos más esperados, pues más de 10 años después del final de la original, el hype está por las nubes . El 19 de febrero, por fin, acaba esta espera con el estreno de su primera temporada en Amazon Prime Video.
Albert Salazar, Daniela Rubio, Carlos Alcaide y Asia Ortega, en 'El internado: Las Cumbres'
Tanto la 'Laguna Negra' como 'Las Cumbres' mantienen la misma esencia, estando internados en medio del bosque, donde hay pasadizos, las normas son severas, algunos alumnos tienen visiones y otros desaparecen de manera extraña, hay experimentos y todos ellos visten de azul. Además, un cameo al inicio de la nueva serie con dos personajes muy queridos de la serie original nos demuestra que ambas instituciones comparten universo y que los antiguos alumnos podrían aparecer en cualquier momento. Sin embargo, estas dos apariciones saben a poco, no están bien aprovechadas ni tienen el tirón que podría tener en una escena que además queda forzada, no aportando más que un guiño a la serie anterior.
Pero aunque intenta ser una digna sucesora de la serie de Antena 3, en muchos aspectos se queda lejos de conseguirlo en su arranque. Quizás en el imaginario popular tenemos muy idealizada 'El Internado: Laguna negra' pero esa sensación de estar enganchado y no poder apartar la mirada atrapados entre tantos enigmas por resolver tarda en llegar. El misterio en 'Las Cumbres' se hace de rogar y en muchas ocasiones queda bastante descafeinado. Entre tantas series de adolescentes, el punto fuerte que tiene esta franquicia es el suspense y el terror. Tiene buenas cartas y las juega bien, pero no desde un principio. Eso sí, la serie va de menos a más consiguiendo que en su segunda mitad ya se palpe esa esencia que tanto anhelábamos, aunque ciertas tramas no estuvieran bien sembradas y, por tanto, no se consiga el efecto esperado.
Los protagonistas (que son unos buenazos)
En esta nueva serie nos trasladan a un colegio aislado del mundo, inaccesible entre las montañas, y que está ubicado junto a un monasterio. Los alumnos que están internados son rebeldes y problemáticos, quienes gracias a esta educación severa serán reinsertados en la sociedad. Ya en el tráiler nos describen a los chavales como "alimañas sin sentimientos" y es aquí donde está uno de los aspectos que más sorprenden al espectador. No que lo sean, sino que no lo sean. Los alumnos son en su mayoría unos buenazos y sus toques de cierta rebeldía no son más que los habituales de la adolescencia (y de estar internados). En este aspecto nos muestran lo contrario a lo prometido, pues para ser lo que la sociedad rechaza y por eso van a reformarse a este lugar que podría verse como una prisión, los personajes tendrían que ser mucho peores y no cachos de pan.
Claudia Riera (Inés y Asia Ortega (Amaia), en 'El internado: Las Cumbres'
En 'Las Cumbres' nos encontramos un elenco menos coral, donde los protagonistas son Paul (Albert Salazar) y Amaia (Asia Ortega), dos adolescentes que aunque tienen poco en común en su forma de ser, se conocen y se entienden. Que ellos lleven un importante peso de la serie no molesta en absoluto, pues sus interpretaciones son tremendas, demostrando (una vez más) que son grandes promesas de la interpretación. Algo más por libre va Inés (Claudia Riera), siendo este el personaje más rico e interesante de toda la serie con otra enorme actuación. Paz (Paula del Río) también promete dar juego, así como Adele (Daniela Rubio), que es la hermana pequeña de Paul y su actitud delatora no se lo pondrá fácil a los protagonistas. Todos ellos defienden a la perfección sus personajes, al igual que los más secundarios, aunque es un pena que no todos puedan demostrar tanto su potencial. El resto de personajes adolescentes se queda en muy segundo plano, careciendo de tramas con gran interés.
Los adultos y la incorporación de los monjes
Los adultos tampoco tienen grandes historias personales. Las tienen, pero no se explotan tanto como podrían. Es cierto que 'El Internado: Las Cumbres' no quema cartuchos tan rápido como hacen otras series y que, para darnos sorpresas con grandes giros quizás prefieren que ciertos personajes nos pasen más desapercibidos en un inicio. Lo cierto es que estos giros, al igual que el misterio, se hacen de rogar pero llegan.
Se nota que no es una serie generalista al ver que han evitado poner a alguna persona mayor y a un grupito de niños pequeños como ocurría en la serie original. También la duración se ha reducido a capítulos de 50 minutos, haciendo que al final no sea imprescindible un gran número de tramas que ayuden a sostener los 70 minutos. Pero vaya, al quitarnos lo que nos aportaban Paulita, Evelyn, Lucas y Javier Holgado perdemos una parte cómica que a su vez estaba muy bien integrada al resto de tramas misteriosas en 'Laguna Negra' y que se va a echar de menos.
A cambio, ahora nos ofrecen un grupo de monjes siendo esta incorporación uno de los grandes aciertos de la serie. Saben más de lo que cuentan, son conscientes de que el mal campa a sus anchas y que hay que luchar contra el demonio. De entre ellos, destaca Elías (Alberto Amarilla), un joven monje que desde un principio promete ser uno de los personajes que mayor evolución tenga con el paso de los capítulos. Y así es. Para acabar con el apartado de los personajes, se agradece que cuenten con Mina El Hammani y Joel Bosqued en el bando de los adultos habiendo dado ese salto en las series de adolescentes.
Exteriores espectaculares; escenarios más limitados
Varios protagonistas de 'El internado: Las Cumbres' bajo la lluvia
Como hemos visto antes, el nuevo internado está en un sitio espectacular visualmente; en lo alto de un precipicio donde el acceso está más que limitado. Aunque son escasas, las vistas aéreas desde al acantilado dan una inmensa riqueza a la serie y ayuda al espectador a sentir ese aislamiento. Por otro lado, en los interiores ya cambia la cosa. No nos encontramos con un gran hall de entrada con las escaleras, los planos son más cerrados limitándose a los pasillos, y, sin contar con el aula y la biblioteca, los escenarios son menos estéticos y creíbles.
Conclusión
'El internado: Las Cumbres' es una buena serie que juega con algo en su contra: la comparación. Es algo que debemos evitar, pero son los propios directivos los que lo han buscado al mantener la marca. Aun así, hay serie para largo pues además de estos primeros ocho capítulos ya han confirmado su renovación por una segunda temporada. Por ello, seguro que tenemos por delante muchos giros, muchas sorpresas y muchas tramas que nos impedirán apartarnos de la pantalla. Eso sí, es una pena que no se haya grabado la segunda del tirón, habiendo permitido que la espera para más capítulos sea menor.
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