La espera ha valido la pena. Es sin duda lo que muchos ministéricos van a pensar tras ver el genial episodio con el que 'El Ministerio del Tiempo' abre su cuarta temporada. La ficción creada por Javier y Pablo Olivares vuelve a Televisión Española y lo hace manteniendo sus señas de identidad, volviendo a apostar por lo que mejor funcionó en las anteriores, pero dando un importante salto que sin duda la sitúa como una de las mejores ficciones de la presente temporada. La patrulla más conocida de la pequeña pantalla está de vuelta y lo hace con el mismo ingenio, inteligencia y humor que en sus anteriores tandas, pero con un aire renovado y fresco que sin duda evidencia un cambio de etapa; un nuevo (y necesario) inicio.
Alonso, Irene y Pacino en 'El Ministerio del Tiempo' (4x01)
Porque sí, 'El Ministerio del Tiempo' regresa y lo hace renovada. Pero tranquilos, no es ni mucho menos una nueva serie, la ficción sigue la línea de sus anteriores etapas pero logra mejorar algunos de los defectos que tenía. Por ejemplo, por fin el Ministerio tiene sede física. El que hasta ahora había sido un lugar completamente desdibujado pasa tener entidad y se convierte en un elemento clave en esta nueva etapa. Es un completo acierto que la acción ahora se desarrolle en el edificio de RNE en Arganda del Rey. Los espacios en los que se desenvuelven los personajes ahora son mucho más amplios y reales, y sí, eso se nota. El despacho de Salvador, el archivo histórico o el nuevo lugar en el que están situadas las puertas del tiempo. Todo mejora en esta nueva etapa, dándole a la historia una entidad importante y logrando situar al espectador de una forma más natural en el día a día de este lugar.
Una necesaria trama de continuidad
También se acierta al contar con una trama de continuidad que precisamente protagoniza uno de los personajes con los que arrancó esta historia. Julián (Rodolfo Sancho) vuelve y lo hace recuperando su hueco en la historia. Lejos de contar con él para una simple aparición, este se convierte en uno de los protagonistas de la temporada; una decisión acertada, inteligente y lógica. Conecta al ministérico más fiel con las primeras temporadas, tira de nostalgia hacia ese personaje y logra engancharlo desde el primer minuto. Integrar a Julián en una trama de continuidad con mucho misterio, generará al fan más fiel la necesidad de averiguar qué ha pasado realmente con él. Además, y de forma inteligente se le da una vuelta de tuerca al personaje, alejándose del Julián monótono y que había quedado en un segundo plano que recordábamos.
Julián en 'El Ministerio del Tiempo' (4x01)
Irene coge el sitio que se merecía
Cambia él pero también lo hacen Alonso (Nacho Fresneda) e Irene (Cayetana Guillén Cuervo) esencialmente. Al primero le vemos plenamente integrado en un siglo XXI que ya ha hecho suyo y sí, eso funciona. No tenía demasiado sentido seguir manteniendo a un Alonso descolocado e inseguro de si mismo en una época en la que lleva años instalado. En cuanto a Irene, por fin tiene el peso que merecía en esta historia. Abandona ese segundo plano que había tenido hasta ahora y se convierte en patrullera de pleno derecho. Vemos a una Irene divertida, mordaz y valiente y confirma lo que ya sabíamos: es uno de los personajes mejor construidos de la serie. Por otro lado, reseñar también lo bien que se juega en esta tanda con el amor (Pacino y Lola Mendienta vienen pisando fuerte en este aspecto) y el acertado rol que mantienen Salvador, Angustias y Ernesto que sin duda aportan ese punto continuista a la historia, que también necesitamos. Porque tampoco tenía demasiado sentido volver con un plantel de personajes radicalmente cambiados.
¿Y un gran villano?
Eso sí, a esta historia le sigue faltando un gran villano. Si en la tercera temporada se exploró de forma tímida en ello, en esta ocasión sí echamos de menos una trama de continuidad que esté protagonizada por alguien que haga tambalear al Ministerio. Sería un acierto el contar con un gran peligro que mantenga enganchado al espectador cada semana y cuya resolución no se produzca hasta el final de la tanda. Porque sí, hay antagonistas en cada una de las misiones pero sigue faltando algo más, un gran enemigo para Salvador y los suyos que mantenga en vilo al fan desde el primer instante. Sería sin un aliciente que daría empaque y unidad a toda la temporada completa, sin duda.
Lola, Pacino, Irene, Salvador y Ernesto en 'El Ministerio del Tiempo' (4x01)
Lo más leído
Un acertado regreso
Pero más allá de esto, la serie sigue funcionando muy bien. Engancha, emociona y provoca la carcajada en más de una ocasión, y lo hace retomando por completo la esencia de los primeros capítulos. Es innegable que el descanso le ha venido muy bien a la historia, que ahora respira un nuevo aire que necesitaba. Además, mantiene sus habituales guiños (que tanto nos encantan), cuenta con una trama capitular que engancha desde el primer minuto y que logra implicar a todos los personajes y vuelve a jugar con la Historia de una forma brillante. En definitiva, 'El Ministerio del Tiempo' vuelve por la puerta (del tiempo) grande. Así, sí.