Nuestra primera toma de contacto con los hermanos Alberto y Laura Caballero tuvo lugar en 2003, cuando se iniciaron las emisiones de 'Aquí no hay quien viva' en Antena 3. En todos estos años, no han parado de mostrar situaciones cotidianas basadas en la realidad de la sociedad a través tanto de este primer hijo como de 'La que se avecina'. Dominan los conceptos de comedia coral y de convivencia de personajes y parece que no están dispuestos a dejar de explotarlo. 'El pueblo' es solo la última justificación de su saber hacer.
Silvia Casanova y Carlos Areces en 'El pueblo'
Contubernio Films, en colaboración con Mediaset y Amazon Prime Video, se han lanzado a mostrar una realidad latente en España, pero olvidada por muchos: la despoblación de las zonas rurales. Con Soria como paisaje, una de las zonas europeas que más sufren este mal, han retratado esas dos Españas, la urbanita y la rural, a través de un grupo de personajes que escapan del ruido, la presión, los bancos y los problemas del primer mundo para asentarse en una pequeña población abandonada. O eso creían ellos, pues allí se encontrarán con que todavía le queda algo de vida al pueblo.
No, esto no es 'La que se avecina'
Vayamos al grano y resolvamos la primera duda que probablemente muchos espectadores potenciales tengan: ¿Es esto 'La que se avecina' pero en un pueblo? Aunque en un primer momento el concepto de la serie creada por Alberto Caballero, Julián Sastre y Fernando Abad lleve a este planteamiento por ser una comunidad de vecinos, lo cierto es que 'El pueblo' se aleja de la longeva ficción de Telecinco. Y su primera muestra viene en los personajes, a quienes vamos conociendo en los primeros minutos a través de una introducción que nos muestra su pasado en la ciudad y su viaje a esa ecoaldea a la que pretenden escapar llamada Peñafría.
'El pueblo' no se nutre del histrionismo cómico en el que 'La que se avecina' ha encontrado su clave del éxito. Y este es uno de sus principales aciertos, pues se acerca más al costumbrismo con una comedia más relajada y sin tratar de buscar la carcajada del espectador a través de las situaciones más irreverentes. Es loca en algunos momentos, pero todo dentro de la estabilidad a la que estamos acostumbrados en la ficción española. Lo mismo ocurre con los personajes, pues aunque alguno que otro tiene un punto "pasado de tuerca", en general representan prototipos alejados de sus hermanos de Montepinar.
Explorando los exteriores
Laura Caballero y Silvia Casanova en 'El pueblo'
La práctica totalidad de los ocho episodios que conforman 'El pueblo' han sido grabados en exteriores naturales. La localidad soriana de Valdelavilla ha sido la encargada de servir de set de rodaje en una unión entre esta función y la de acoger como residencia al equipo. Este es uno de los mayores aliados con los que cuenta la serie, y es que es de agradecer esa palpable realidad de la piedra de las casas o los interiores de las viviendas que recuerdan a los de nuestra infancia en el pueblo familiar, a nuestras raíces.
Esta ambientación dota de un carácter visual a la serie mucho más potente que lo acostumbrado y la ayuda a generar un sello propio de calidad que lo distancia de otras ficciones. Rara vez la comedia ha salido a la calle a grabar, por lo que, en este sentido, 'El pueblo' está abriendo caminos al género en nuestras fronteras, logrando también dignificarla a nivel técnico. La imagen está mucho más lograda gracias a una mejora en el equipo de grabación, lo que ocasiona que el acabado sea uno de los alicientes por los que darle una oportunidad.
Un inicio con mucho por arrancar
El primer episodio nos presenta a todos los personajes y, como viene siendo habitual, sirve para asentar las bases de lo que está por venir. El problema de esto es el habitual: mucha gente y un tiempo limitado para hacerlo, por lo que se acaba viendo un poco de todo y a la vez de nada. Lo bueno con lo que cuenta 'El pueblo' es que todos los episodios estarán al mismo tiempo en Amazon, por lo que no habrá que esperar una semana para ver la continuación y, así, poder testar rápidamente su evolución. No obstante, cabe decir que genera situaciones de conflicto entre los vecinos de Peñafría, dando pequeñas pinceladas en el choque cultural producido entre los urbanitas y los pueblerinos o entre otros personajes cuyos caracteres distan mucho entre sí.
Alberto Caballero y Carlos Areces en 'El pueblo'
Entre todos ellos ya se atisban tramas que pueden resultar muy interesantes, como la protagonizada por Empar Ferrer y Blanca Rodríguez, quienes dan vida a María y Elisa, respectivamente. La primera es una mujer de pueblo que irá abriendo sus miras al progreso y al feminismo, algo que no terminará de gustar a Arsacio (Vicente Gil), su marido. Por otro lado, los hippies, es decir, los personajes de Santi Millán e Ingrid Rubio, tendrán sus desavenencias principalmente con Juanjo (Carlos Areces), implicado en el caso Gürtel. Pero entre todo este reparto, donde también se encuentran rostros como Raúl Fernández o Ruth Díaz, merece especial atención María Hervás. La actriz defiende el que probablemente sea el personaje que lleve mayor carga cómica de la serie, interpretando a una joven que quería vivir del cuento y este ha tornado en pesadilla. Hervás logra llevar la comedia por sí sola, además de no caer en el histrionismo al ser su Amaya el personaje más alejado de la realidad.
En definitiva, 'El pueblo' se presenta como una comedia familiar, con varios tipos de personajes que ayudan a la identificación por parte de toda la familia. Aunque el concepto ya lo hayamos visto de manera similar en otras series como 'Con el culo al aire', el plus del rodaje en exteriores e interiores naturales ayuda a darle un giro más interesante a nivel visual y narrativo. Además, vuelve a apostar por la denuncia social, contando historias en las que los espectadores se sentirán reflejados, algo que en ocasiones se puede apreciar en 'La que se avecina' y sigue vivo en 'El pueblo'. Los personajes se relacionan bien unos con otros, mostrando perfiles diferentes en esta coralidad. Sin embargo, su principal problema se encuentra en que busca un tipo de comedia muy cercano a un target concreto que conecte con estas series, por lo que es probable que a parte de la audiencia le cueste enganchar.
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De todos modos, falta por ver la evolución en el resto de episodios, pero lo que sí está claro es que no es una serie de risa por risa, sino una comedia con fundamento, en donde se pondrán en jaque algunas que otras situaciones dramáticas y se buscará representar la sociedad en la que vivimos. Los hermanos Caballero junto a todo su equipo han dado un paso adelante, evolucionando en el modo de hacer comedia y desligándose de su trabajo de años en 'La que se avecina'. Era fácil caer en el mismo tipo de discurso, pero han conseguido solventarlo con eficacia.